Si hay una lista en la que el líder del PP, Pablo Casado, va a hacer una depuración casi completa es la de las Europeas. Los que conocen a fondo los entresijos del PP saben que el dirigente "popular" pretende renovar buena parte de la candidatura para las elecciones del próximo mes de mayo con dos objetivos principales: Alejarse de Mariano Rajoy para recuperar los votos perdidos por el camino y rebajar la media de edad de la lista, algo que afectará directamente a los dos eurodiputados de Castilla-La Mancha: Luis de Grandes y Pilar Ayuso. Ambos representan el pasado del PP -el reciente y el más lejano- y ambos entraron en la edad de jubilación laboral, que no política, hace años.
Hay que tener en cuenta que bajo la dirección de Casado el PP ha cambiado alrededor del 80 por ciento de los cabezas de lista del PP para las elecciones autonómicas y municipales. Y esa misma medida la van a aplicar a las generales y las europeas.
Entre los 16 diputados europeos ha cundido el pánico y han lanzado la idea de que en Bruselas han saltado las alarmas porque al Partido Popular Europeo le preocupa que en el grupo español deje de haber perfiles curtidos en los despachos comunitarios que puedan ocupar puestos de responsabilidad en la nueva Eurocámara.
El asunto es tan complejo que incluso no es seguro todavía que González Pons vaya a ser el cabeza de lista de la candidatura. Lo que sí se da como seguro es que los dos eurodiputados castellano-manchegos, Luis de Grandes y Pilar Ayuso, no estarán en la lista. Y otro nombre de la región, aunque su vida política ha estado ligada a Castilla y León, el daimielero Agustín Díaz de Mera, tampoco será candidato. Casado ni siquiera contará con un histórico del PP como es el expresidente de Murcia Ramón Luis Valcárcel.
Por el momento se desconoce por completo si en la nueva candidatura habrá algún castellano-manchego en los puestos de salida, después de que haya sido una región privilegiada al haber contado en las últimas legislaturas con dos eurodiputados. En las quinielas solo aparece el nombre de un político de la región, el guadalajareño Rafael Hernando, quien desde hace años ejerce su actividad política en la provincia de Almería.