Si hay dos consejeros de Sanidad recordados en Castilla-La Mancha son Fernando Lamata, del PSOE, y José Ignacio Echániz, del PP. Ha habido otros muchos y algunos también siguen siendo recordados, pero ninguno como estos dos. El primero porque quiso construir en Toledo el mejor hospital de Europa (después de casi una década no se ha concluido aún), por su singular personalidad y porque cantaba. El segundo porque cabreó a todo el sector sanitario de Castilla-La Mancha y a su propia jefa, María Dolores de Cospedal, que terminó echándole gran parte de las culpas de su fracaso electoral.
Echániz era un político que sabía de gestión y de sanidad ya que fue también consejero del ramo en la Comunidad de Madrid, más complejo y con muchísimo más personal al que administrar. No acabó bien en Madrid y a pesar de todo Cospedal puso en sus manos la gestión de esta complicada Consejería. Al final de la legislatura Cospedal no quiso llevarle en las listas para las elecciones autonómicas, ni a él ni al resto de consejeros, pero además hizo lo posible para que tampoco fuera en ninguna otra candidatura del PP regional o nacional. Pero Echániz es un superviviente nato y supo estar en el sitio y en el momento adecuados para poder seguir viviendo de la política.
En las primarias del PP para la elección del sustituto de Mariano Rajoy apostó desde el primer momento por Pablo Casado y volvió acertar. Si algo no se le puede negar a Echániz es su olfato político y su proverbial apuesta por el riesgo. Casado lo ha tenido en cuenta y le ha recompensado con un puesto en la lista de Madrid al Congreso en el que cuenta con todas posibilidades de ser elegido. Es el número ocho de la candidatura y tiene el privilegio de ser de los pocos históricos del PP que se han salvado de la criba descomunal que ha hecho Pablo Casado en las listas electorales del nuevo PP. Y además en un puesto relevante detrás de independientes, tertulianas, jóvenes y por delante de un torero y un montón de nombres desconocidos.
Echániz es uno de los hombres fuertes de este nuevo PP mientras Cospedal, su antigua jefa, es ya una sombra de la historia reciente del partido. Cosas de la política.