Las comparaciones son odiosas... también en política. Pero, sin duda, muchas cosas han cambiado en el PP de Castilla-La Mancha desde que Paco Núñez asumió la Presidencia del Partido relevando a María Dolores de Cospedal. Más allá de los matices ideológicos, de las estrategias o de los equipos elegidos por cada uno, se trata de dos líderes de diferentes generaciones y eso es algo que se evidencia en la forma que tienen de hacer política y, sobre todo, de comunicarla.

Cospedal ejerció sus numerosas y exigentes responsabilidades públicas aislando por completo su vida privada, de la que era extremadamente celosa. Paco Nuñez, sin embargo, en línea con otros nuevos líderes políticos nacionales e internacionales, ha optado por ofrecer una imagen más cercana y familiar. Buena muestra de ello es la imagen que el presidente de los 'populares' castellano-manchegos compartió en sus redes sociales el pasado sábado. En la foto aparece de espaldas y vestido con traje. Con la mano izquierda porta una pequeña maleta y con la derecha agarra a una de sus hijas, que a su vez sujeta una almohada. Ambos se dirigen hacia la puerta de un modesto hotel de dos estrellas a las afueras de Daimiel, localidad de la provincia de Ciudad Real donde Núñez acudió esa misma noche al inicio de las fiestas.

"Cuando decidí que había que mantener al Partido Popular de Castilla-La Mancha permanentemente en la calle, recorriendo cada pueblo para escuchar a nuestros dos millones de paisanos, sabia que habría muchas noches de hotel. Aprovechar agosto para hacerlo con esta compañía... te da la energía suficiente para seguir trabajando con más pasión y energía cada día", es el texto con el que el presidente regional del PP ha acompañado a la fotografía familiar, incluyendo las etiquetas "#pasiondepadre" y "#Cayetana" (el nombre de la niña que aparece en la imagen).

El PSOE de Castilla-La Mancha, durante el mandato de Cospedal, se esforzó al máximo en dibujar la figura de una presidenta distante con los ciudadanos, que llegaba a los actos públicos inaccesible y rodeada de extremas medidas de seguridad. Sin duda, aquello era una exageración, casi una caricatura, pero la ex presidenta y su equipo tampoco hicieron todo lo posible para humanizar y hacer amable su figura política.Es cierto que ahora el contexto social y económico ha cambiado a mejor pero Paco Núñez ha entendido desde el primer minuto que él no iba a cometer el mismo error. La foto en traje con su hija de la mano entrando un sábado en un modesto hotel hubiese sido impensable hace algunos años. Ni mejor ni peor; simplemente diferente.