La convocatoria de nuevas elecciones ha generado controversia en el seno del PSOE, aunque no está teniendo ninguna repercusión externa. De puertas para adentro se habla de todo pero ninguno de los que critican se atreve a exteriorizar sus opiniones para evitar dar una imagen de desunión en el partido y eludir cualquier tipo de problema interno. Pero debate hay. Según los compañeros de EsDiario, "el que iba a ser elPSOEmás abierto, democrático y transversal, y menos presidencialista, se ha convertido en un convidado de piedra de las decisiones, los intereses personales y losantojosdePedro Sánchez". No lo dicen los periodistas del medio digital que dirige Antonio Martín Beaumont sino un dirigente del PSOE con presencia en comité federal.

Cuentan que en privado los barones y sus más próximos ponen el grito en cielo sobre el papel jugado por la estructura socialista en los últimos dos meses. Y lamentan haberse enterado por la prensa de la estrategia negociadora del equipo deCarmen Calvo, de la hoja de ruta deIván Redondoen La Moncloa y del desenlace final consumado este martes: la repetición electoral.

El próximo sábado, día 28, Sánchezva a volver a convocar alComité Federal para que este órgano asuma las dos decisiones de su líder de cara al10-N. La guerra total contraPodemoscomo nueva estrategia de campaña, y la repetición -salvo alguna batalla que se va a librar en Andalucía- de las listas del28-A.

Recuerda EsDiario que última vez que se reunió el Comité Federalfue en marzo pasado, hace ya seis meses, para aprobar por asentimiento las candidaturas y las instrucciones del Comité Electoral del28-A. Después,Sánchezse ha limitado a convocar a su Ejecutiva Federal para informar de sus decisiones a posteriori. La última el jueves para explicar sunoa los pactos con Podemos ni a la oferta in extremis deCiudadanosy su decisión de volver a las urnas.

Aseguran que entre los barones no se oculta el malestar, fundamentalmenteSusana Díaz,Javier Lambán, Francina Armengol y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Primero por elninguneoa los órganos de decisión, que no han tenido ni voz ni parte en el proceso, y después por la batalla desatada contraPablo Iglesias. Algunos de esos dirigentes territoriales -caso deXimo Puig, la navarraMaría Chivite,LambánoArmengol- gobiernan gracias a losmorados. Page en cambio no es partidario de la alianza con Podemos, a pesar de que él mismo gobernó la legislatura pasada con ellos. O quizá por eso.

Tampoco ha consultado Sánchezen estos meses a su Consejo de Política Territorial, que preside el extremeño Fernández Vara, para abordar la demanda general de las autonomías: el bloqueo de su financiación y los pagos a cuenta del gobierno central, víctimas del "en funciones" provocado por el propioSánchez.

En todo caso, los socialistas castellano-manchegos, con Page a la cabeza, están viviendo este proceso con la tranquilidad que da su holgada mayoría absoluta en la región. Lo peor que les puede pasar es que el PSOE pierda algún diputado y senador en las elecciones de noviembre, pero eso no es nada comparado con el poder que han acumulado en la Junta, las diputaciones y la gran mayoría de los grandes ayuntamientos de Castilla-La Mancha. A Page le preocupan los problemas domésticos, algunos de los cuales, como la financiación autonómica, se derivan de la inestable situación nacional, pero asiste tranquilo a la evolución de la política pensando que cualquiera de los escenarios que se planteen en el futuro le van a ser favorables.