Confidencial

El sentido de Estado de García-Page y las elecciones del 10-N

11 octubre, 2019 00:00

Viendo la agenda de estas últimas semanas del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se puede comprobar que tiene un pie en Castilla-La Mancha y otro en la política nacional... e incluso internacional. Las trabas de Trump a la economía europea y los dolorosos efectos que pueden tener para los exportadores castellano-manchegos han llevado a Page a liderar un movimiento de regiones de la UE sin precedentes en nuestra Comunidad.

La consejera Patricia Franco lo explicó de forma acertada un día antes de que la delegación de Castilla-La Mancha viajara a Bruselas: "Page abanderará un movimiento de respuesta común de la Unión Europea (UE), impulsado a través del Comité de Regiones, a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar aranceles a determinados productos españoles que pueden hacer mucho años a la producción castellano-manchega, especialmente en el sector agroalimentario".

Luego, se calificó de exigente jornada de trabajo la del presidente de Castilla-La Mancha en el marco de la Semana de las Regionesimpulsada por el Comité de las Regiones en Bruselas. Allí, el mandatario regional recordó que la Comunidad elevaría una propuesta de resolución para sumar a todos los países miembros en una declaración conjunta para rechazar los aranceles anunciados por Estados Unidos a los productos agroalimentarios europeos.

Ha sido una iniciativa de Page frente a un problema enorme ante el que no ha respondido con tanta contundencia ni eficacia el presidente del Gobierno nacional, Pedro Sánchez.

Pero no es el único asunto de ámbito nacional o internacional que ha abordado estos días el jefe del Ejecutivo castellano-manchego. Ha hablado estos días, por ejemplo, sobre medio ambiente y en ese sentido ha advertido que si en un futuro "se abre el melón" para modificar la Constitución Española, él no será neutral sino que será de los que defiendan que sea para "bloquear derechos ambientales y de sostenibilidad". Y sobre la Constitución ha dado a entender que no tiene dudas de que si se modifica será para unir a los españoles, no para separarlos aún más. Tampoco ha dudado en hacer una defensa férrea del trabajo de las fuerzas de seguridad del Estado ahora que tantos ataques están recibiendo desde sectores separatistas y de la izquierda radical.

No son casuales estas declaraciones y movimientos de Page en un momento en que son pocos en el PSOE los que se atreven a hablar de ciertos posicionamientos de forma tan clara -y que todo el mundo entiende- como lo hace el dirigente castellano-manchego. Se lo puede permitir después de los resultados extraordinarios que obtuvo en las pasadas elecciones autonómicas. Eso le ha dado tranquilidad y la posibilidad de asistir al espectáculo de la política nacional con billete de primera fila y sin jugarse nada en esta próxima convocatoria de elecciones generales. Pase lo que pase saldrá ganando porque si el PSOE de Pedro Sánchez puede formar gobierno se aprobarán los nuevos presupuestos generales y se solucionarán en gran medida los problemas de financiación de nuestra Comunidad. Si por el contrario Sánchez vuelve a fracasar se le abrirá un mundo de posibilidades a Page para intentar dar el salto, esta vez sí, a la política nacional. Quizá no sea el único, pero sí es uno los dirigentes socialistas que están mejor posicionados para ello.