Fernando Cabanes
La cosa venía de lejos, pero ha sido ahora, a punto de acabar este año 2019 tan maléfico para el PP, cuando Fernando Cabanes, el único alcalde "popular" que ha tenido Illescas, como gusta firmar sus escritos, ha echado los pies por alto y ha pedido la baja en el partido repartiendo estopa a todo lo que se le ha puesto por delante, pero centrando toda su artillería en José Julián Gregorio, presidente del PP de Toledo. No es habitual que ocurran estas cosas, pero el de Cabanes no es tampoco un caso único. Se producen sobre todo cuando a alguien le dejan fuera de juego porque ha pasado su tiempo, porque ha perdido la confianza de los que mandan o por cualquier otra razón derivada de la vida partidaria. Unos se resignan, otros se esfuerzan para volver a tener protagonismo y alguno, como Cabanes, se enfada y no se calla.
Es muy fácil tirar en los partidos contra los que mandan, sobre todo si es desde el interior de los mismos, se conocen los entresijos y se está dispuesto a hablar de todo aquello que habitualmente se oculta en este tipo de organizaciones. Siempre van a encontrar eco mediático porque este tipo de noticias tienen un ingrediente que es infalible: el morbo político.
Elexacalde de Illescas ha solicitado esta semana la baja en el Partido Popular de Toledo de forma definitiva. Podría haberlo dejado, como parece que deseaba hace tiempo, sin dar tres cuartos al pregonero, pero lo ha hecho atacando primero a la dirección regional y provincial y después, en el escrito en el que explicaba su baja, contra José Julián Gregorio, al que ha llamado inútil por activa y por pasiva. Ambos se han hecho reproches con esto de la inutilidad y han puesto resultados electorales sobre la mesa para ver quién se ha hecho más merecedor del odioso adjetivo.
Sin embargo, si hay algo que no se le puede reprochar a Gregorio es que siempre ha estado a disposición de la gente del PP y más aún de sus alcaldes y concejales, sobre todo cuando ejercía como delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha. Siempre estuvo allí donde se lo pidieron y siempre fue generoso con su tiempo y su experiencia a la hora de ayudarles. No creemos que el presidente de los "populares" toledanos sea merecedor del ataque en toda regla que le ha lanzado el exacalde illescano, quien seguramente nunca entendió lo que es la vida interna de un partido político como el PP y que ahora, sumado a las corrientes críticas que surgen tras las fuertes pérdidas de poder como la que ha sufrido el partido de Pablo Casado, no ha sido capaz de marcharse de forma callada y sin insultos de por medio.