Imagen del primer informativo emitido por CMT en diciembre de 2001, presentado por Mari Pau Domínguez, José Antonio Gaviria y Julián Cano


Mucho revuelo ha levantado la referencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a la vaselina y a su deseo de tener unos buenos Reyes, un buen 2020 y tener la conciencia tranquila: "Yo para Reyes lo que no quiero, como no creo que quiera ningún español y española es vaselina", dijo el pasado miércoles en un arrebato de sinceridad contra Pedro Sánchez y la posibilidad de que su futuro gobierno dependa de los separatistas catalanes de ERC. No es la primera vez que la vaselina tiene protagonismo en la historia de Castilla-La Mancha y de los mandatarios socialistas que la han gobernado.

Siendo José María Barreda vicepresidente de José Bono, y por su encargo allá por el año 2000, quiso crear una empresa pública de la que pasasen a depender todas las televisiones locales privadas que funcionaban en la comunidad.El 9 de marzo de ese año varios empresarios de televisiones locales de toda la región fueron citados en un hotel de Toledo, donde fueron informados de que el presidente Bono les esperaba en la sede la presidencia de la Junta. Cuando llegaron allí no era Bono quien les esperaba, sino el vicepresidente, José María Barreda. Éste les habló de crear una empresa pública que agrupase a las televisiones y radios locales, lo que se interpretó como un plan para controlar la información de esos medios, muy potentes en esos momentos.

Por los documentos que presentó Barreda a los empresarios, se deducía que exigían que la nueva «Sociedad Matriz de Televisión Local», que era como se iba a llamar la plataforma, gestionase al menos el 51 por ciento de las acciones de cada empresa, que además cederían graciosamente.Ante la radical negativa de los empresarios a ceder sus propiedades a la nueva empresa pública y preguntar qué alternativa les quedaba, se les respondió que «o se está con nosotros o vayan preparando la vaselina».

Es ya legendaria aquella frase -se supone que en boca de Barreda- para la historia de los medios de comunicación de la región. Y es que a partir del fracaso de aquel proyecto, Bono, que se negó siempre a crear una radio televisión pública por su alto precio -decía de forma demagógica que con ese dinero podía mantener un hospital-, dió luz verde a lo que sería el ente público de la Radio Televisión de Castilla-La Mancha.

Precisamentes este viernes, 13 de diciembre, se cumplen 18 años del momento en que José Bono apretó simbólicamente el botón que puso en marcha la radio y la televisión castellano-manchega, que bajo la dirección del valenciano Jordi García Candau empezó a funcionar en una nave industrial del Polígono de Toledo "con palomas volando por encima", como recuerda alguno de los periodistas allí presentes. En la actualidad tiene una plantilla próxima a los 500 trabajadores y un presupuesto por encima de los 50 millones de euros, lo que le convierte en el medio de comunicación más grande y potente de nuestra Comunidad.

Y todo por la vaselina. Nadie podía pensar entonces que otra vaselina, 18 años después, sería protagonista en boca del presidente de la región de otro momento importante de nuestra historia como es la formación de un gobierno de España abocado a depender de los que no quieren forma parte de ella.