El sacerdote Santiago Arellano que ejerce en una parroquia de Talavera de la Reina ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al vicepresidente Pablo Iglesias que "se conviertan" al catolicismo como fórmula para afrontar la crisis sanitaria del coronavirus, tal como ha contado eldiario.es en una interesante información.
"Queridos Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y queridas autoridades de nuestra patria España, todos lo estamos pasando muy mal en estos momentos. Hay muchos muertos, mucha angustia... Lo primero es pedir para vosotros la bendición de Dios, con todo lo que estáis haciendo al servicio del bien común, pero quiero deciros: Convertíos y animad a la conversión de nuestro pueblo", afirma el sacerdote en un video que circula en las redes sociales y que reproducimos al final de este confidencial.
Es "la petición de un sacerdote católico a los gobernantes de España ante la situación de emergencia por el coronavirus", según ha publicado la propia parroquia en Youtube.
El sacerdote asegura "que son muchos ya los presidentes de las naciones que están invocando a Dios y pidiendo que nos perdone" y les pide recapacitar porque "España se salvará por la oración", citando al propio Dios en una alocución dirigida a varios santos. "No os lo digo con resentimiento. Os lo digo con amor de hermano, de amigo, de súbdito si queréis".
"Si mi pueblo se humilla, ora, me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra", recuerda Arellano en el vídeo citando la Biblia y a Dios que, en opinión del sacerdote, "no es el causante de los males, pero sí el remedio".
Vosotros Pedro y Pablo
El sacerdote tira de "Historia" para decir:"Vosotros, Pedro y Pablo, no os representáis a vosotros mismos sino a un pueblo que tiene una historia que tiene que ver mucho con la fe. Es un pueblo que en el tercer Concilio de Toledo realizó su unidad en católico, que estuvo ocho siglos reconquistando su fe y su tierra y que ha evangelizado medio mundo".
Al presidente y vicepresidente del Gobierno de España les dice: "No podéis olvidar que os llamáis Pedro y Pablo", nombres de tradición católica y les compara con Poncio Pilatos. "Se lavó las manos (...) No hagáis eso vosotros. No lo hagáis siguiendo las directrices del pensamiento único del nuevo orden mundial quitando a Dios de en medio".