Un diario nacional ha publicado este lunes una amplia información sobre la renovación del PP en una veintena de provincias a través de congresos en los que se intentaría, por un lado, "dar un impulso a los nuevos liderazgos que se están cimentando en el partido tras las elecciones autonómicas y municipales", y por otro,para que "las estructuras provinciales reflejen en mayor medida el poder de Casado".
Entre las provincias en las que se van a convocar congresos para renovar sus órganos de dirección están las cinco de Castilla-La Mancha. Como es lógico, las dos premisas anteriores también valen para esta Comunidad, en la que los intereses de Génova tendrán que conjugarse con los de la dirección regional que lidera Paco Núñez, heredero de unos organigramas provinciales provenientes de la época de María Dolores de Cospedal y Vicente Tirado. Fuentes del partido en la región creen que no solo por eso deben renovarse estas estructuras sino también porque hay que adaptarlas a la nueva situación y a las exigencias de la dirección nacional de Pablo Casado de"impulsar a líderes más jóvenes y con `hambre´, sobre todo de entre los que obtuvieron buenos resultados en las municipales de2019", según cuenta el citado diario nacional: "Los cambios son para poner a gente que mejore lo que hay", entenderían en Génova.
Pero no es tan fácil encontrar ese perfil de candidatos para presidir las organizaciones provinciales, sobre todo en Castilla-La Mancha: Jóven, con empuje y con buenos resultados municipales, y además que no choquen ni con la militancia ni con la cultura partidaria de cada provincia. Las fuentes citadas del PP regional creen que dada la nueva situación, muy distinta a la época cainita que el partido ha vivido en otras épocas en Castilla-La Mancha, la idea sería la de hacer una renovación más o menos profunda sin dejar a nadie de los actuales líderes provinciales en la cuneta en caso de que tengan que dar un paso atrás. En tres palabras: "Renovación sin exclusión". Y entendiendo en cualquier caso que los nuevos líderes deberán contar con la confianza de Génova y de Paco Núñez. Difícil y complejo, pero no imposible.
De hecho, la mayor parte de los actuales presidentes provinciales están en las Cortes como diputados regionales. Ahí seguirían si dejan paso a nuevas caras, garantizándoles que en próximas convocatorias electorales puedan elegir destinos en la política regional o nacional. Lo que sí parecen tener claro las fuentes consultadas es que el PP necesita una renovación en profundidad en los órganos provinciales de Castilla-La Mancha.
En ese sentido, las mismas fuentes afirman que deberán buscar un recambio a José Julián Gregorio, aunque ven complicado encontrar a un candidato de consenso para sustituirle. De hecho, nadie se atreve a dar nombres de posibles sustitutos. En Ciudad Real también creen que hay que renovar, aunque consideran que la figura "pacífica" de Paco Cañizares, que no suscita excesivos recelos dentro del partido, se podría compensar con un secretario provincial ejecutivo. Si se habla de renovación en la presidencia saltan al menos un par de nombres como el de Lola Merino o Rosa Romero, pero con no mucha convicción. En Guadalajara el PP se encuentra en una situación complicada por la división interna entre los partidarios de la presidenta, Ana Guarinos, y el exalcalde de la capital, Antonio Román. Éste no tiene ninguna intención de volver a estar en primera fila de la política provincial. Creen que Guarinos debería seguir el mismo camino y centrarse en el ámbito regional. O en el nacional en el futuro si ese fuera su deseo.
En Cuenca el panorama también es complejo y se esperaría, como en Guadalajara, que Benjamín Prieto diera un paso al lado para permitir el cambio. Una posible sustituta sería la diputada nacional Beatriz Jiménez, a la que se le está dando protagonismo desde la dirección regional. Pero en Cuenca está todo por ver. En Albacete, finalmente, tampoco se espera que Vicente Aroca siga al frente del partido en la provincia. Aquí no habría tensión si se plantea la renovación y se apunta al exalcalde Manuel Serrano como la persona con más posibilidades de encabezar la candidatura para la nueva dirección.
Las fuentes consultadas insisten en que hay que hacer los relevos sí o sí, pero sin quitar a nadie de en medio.