Mientras que en Ciudad Real y Albacete el PP sigue adelante con el proceso congresual abierto en ambas provincias, en Toledo, Cuenca y Guadalajara se ha llegado a un punto muerto que impide por el momento saber en qué fecha van a convocarse en cada una de ellas.
No parece que Manuel Serrano, en Albacete, o Miguel Ángel Valverde, en Ciudad Real, vayan a tener problemas para lograr el apoyo necesario para sus candidaturas a la presidencia del partido ni para sacarlas adelante en los congresos del PP convocados en estas dos provincias. Lo que ocurra en dichas convocatorias y el respaldo que obtengan ambos candidatos, que cuentan con el respaldo de la dirección regional y nacional del partido, servirá de ejemplo para las tres provincias restantes, en las que también se esperan cambios importantes en sus respectivas direcciones.
Pero es precisamente ahí donde radica el problema, en que no se ha llegado al consenso necesario para encontrar candidatos a la presidencia que sustituyan a los actuales dirigentes provinciales. La idea inicial de Génova y de la dirección regional de los “populares” castellano-manchegos es la de no dejar fuera de juego a nadie, pero sí cambiar a los presidentes actuales de Guadalajara, Cuenca y Toledo para adaptar las organizaciones provinciales a los cambios que se han producido en el ámbito nacional y regional.
Según fuentes del PP consultadas, Ana Guarinos estaría dispuesta a ceder la presidencia para dar paso a la renovación, pero por el momento no hay nada claro sobre quién podría sustituirla, o al menos no ha trascendido. En Cuenca tampoco hay un candidato alternativo a Benjamín Prieto, que no parece dispuesto a ceder el cargo si no es luchando por el mismo hasta el último momento. Prieto declaró recientemente que no tocaba celebrar los congresos provinciales hasta la próxima primavera y hay quien sostiene que en el caso de Cuenca, Toledo y Guadalajara el proceso podría alargarse hasta entonces. Otros, sin embargo, entienden que el mandato de Génova es claro en el sentido de que hay que celebrarlos ya, por lo que no se irían en ningún caso más allá de diciembre o enero.
Pero si la situación es compleja en Cuenca y Guadalajara más lo es en Toledo, donde José Julián Gregorio podría renunciar a presentarse a la reelección pero no algunos de los miembros de su ejecutiva, que también deberían dejar paso a otros aspirantes. Las mismas fuentes consultadas consideran que se podría dar la circunstancia de que, ante la falta de consenso, Gregorio termine siendo el candidato oficial.
En todo caso se cree que no habrá congresos en ninguna de las tres provincias a medio plazo porque no están preparados los candidatos, por la situación sanitaria que sufre la región y porque se va a esperar a tener los resultados de Albacete y Ciudad Real.