Emiliano García-Pageha demostrado durante su trayectoria al frente de la Junta de Comunidades que no es amigo de hacer cambios en su gobierno salvo en ocasiones muy excepcionales. La triste e inesperada muerte de Jesús Fernández Vaqueroha sido una de ellas, dejando vacante en la Cámara Alta su puesto como senador por designación autonómica, que a propuesta del propio presidente de Castilla-La Mancha será ocupado por la hasta ahora consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez.
García-Page, durante la toma posesión de la nueva responsable del ramo, Bárbara García Torijano, dejaba claro este martes que no habría movido ninguna pieza en su equipo de no haber sido por el fallecimiento de su amigo Vaquero, aprovechando así para tratar de espantar fantasmas sobre un posible descontento con la labor desempeñada en los últimos tiempos por Aurelia Sánchez, encargada degestionar con luces y muchas sombras la pandemia en las residencias de ancianos y el resto de recursos socionanitarios de Castilla-La Mancha, donde el coronavirus ha golpeado con especial intensidad, tal y como ha recordado en bloque y de forma muy crítica la oposición, que llevaba tiempo pidiendo su cese.
Sea como fuere,Page ha aprovechado las circunstancias sobrevenidas para sacar de su ejecutivo a un consejera que ya llevaba seis años al frente de Bienestar Social y para incorporar al mismo auna de las mujeres con más proyección dentro del PSOE de Castilla-La Mancha, Bárbara García, una de las alcaldesas con más éxito en la región. De ella, el presidente ha llegado a asegurar que "va a sorprender mucho" por su "enorme fuerza", destacando su crecimiento político durante su fulgurante carrera, que comenzó en2015, hace solo seis años, como concejala de Servicios Sociales, Sanidad, Juventud y fiestas del Ayuntamiento de Torrejón del Rey (Guadalajara).
Solo un año más tarde, en mayo de 2016, se hizo con el bastón de mando del Consistorio tras la renuncia de su antecesor, Miguel Figueruelo, por motivos de salud. Su gestión, sin duda, debió convencer a los vecinos de esta localidad guadalajareña de poco más de 5.000 habitantes, porque en las siguientes elecciones municipales, las de mayo de 2019, votaron de forma absolutamente masiva a García Torijano, que ganó los primeros comicios a los que se presentaba como cabeza de cartel con casi el 53 % de los votos, borrando prácticamente del mapa a Vox, PP y Ciudadanos. El PSOE de Torrejón del Rey, que venía de obtener 4 concejales y 686 votos en 2015, cuatro años más tarde se hizo con una incuestionable mayoría absoluta con 1.237 votos que se tradujeron en 8 ediles.
Bárbara García Torijano, técnico Superior de Educación Infantil y con experiencia laboral en tres escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid, da ahora un determinante paso adelante en su trayectoria dejando atrás la política municipal y provincial (también era desde el inicio de la actual legislatura diputada provincial en la Diputación de Guadalajara) para asumir una alta responsabilidad regional como consejera del Gobierno de Castilla-La Mancha. Pero en una carta de despedida dirigida a los vecinos de Torrejón del Rey ha dejado clara una de sus características: la cercanía, que es una de las principales virtudes que le ha pedido Pageque exhiba como consejera de Bienestar Social, recordando que el "tacto personal, ofrecer facilidades y la atención cercana y humana son determinantes en una Consejería como esta".
"No me voy de Torrejón. Es más, me llevo Torrejón al Gobierno de Castilla-La Mancha. Donde vaya haré gala de mis orígenes y seguiré velando por mi pueblo. Seré la nueva consejera de Bienestar Social del Gobierno de Castilla-La Mancha pero me gustaría seguir siendo para ti siempre Bárbara, tu vecina de Torrejón", escribía la nueva consejera en su despedida como alcaldesa. Toda una muestra de su forma de ser, con la que ha convencido a Page para concretar su fichaje.