El presidente del Gobierno nacional, Pedro Sánchez, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, visitan este miércoles las dependencias de la multinacional farmacéutica Janssen en Toledo. Después Page se desplazará a Illescas para inaugurar el nuevo centro logístico de Amazon, que ocupa una superficie de 180.000 metros cuadrados.
Ambos centros, en sus campos respectivos, son punteros y representan lo más avanzado de la economía y las empresas instaladas en Castilla-La Mancha, verdaderos motores de generación de inversiones, investigación y empleo.
Ambos mandatarios se reencuentran cuando ya parecen superadas sus viejas diferencias, aunque pueda quedar algún rescoldo de aquellos enfrentamientos y las profundas heridas que causaron. Como ya informó este Confidencial hace un tiempo, el punto de inflexión de sus relaciones se produjo al final del verano del año pasado en un encuentro de varias horas que tuvieron en la Moncloa. Fue ahí donde empezaron a normalizar dichas relaciones tanto en el ámbito institucional como en el personal, y desde entonces, según fuentes del PSOE regional, la comunicación es más habitual y fluida entre ellos.
La superación de las discrepancias de aquel tormentoso congreso socialista supone sobre todo una apuesta por la estabilidad del partido en la que están inmersos Sánchez y Page. La palabra mágica que define la nueva situación es "normalidad". Tan normal como que ambos presidentes visiten juntos en Toledo una empresa emblemática del momento de pandemia que vivimos y la lucha contra el virus desde todos los frentes, entre ellos el farmacéutico.