Los resultados de las elecciones de Madrid han provocado un terremoto interno en el PSOE de consecuencias imprevisibles y que ha tenido como primeros damnificados a Joaquín Leguina y Nicolás Redondo, que pasaban por allí. Paralelamente, desde Ferraz han acelerado las primarias en Andalucía para descabalgar a Susana Díaz y aseguran que Pedro Sánchez prepara acciones similares en el País Vasco y Castilla-La Mancha.
Ha sido OK Diario el medio que ha proclamado en titulares que “Sánchez se prepara para eliminar a críticos como Díaz, Page o Mendía y blindarse ante una derrota general”. En Andalucía se ve claramente que la dirección nacional socialista tiene sentenciada a Susana Díaz y será el alcalde de Sevilla en el que intentará darle la puntilla política en nombre de Sánchez. En el País Vasco se mueven en términos parecidos, pero desconocemos la realidad del socialismo de la región. Respecto a Castilla-La Mancha puede que Pedro Sánchez albergue el deseo de cambiar a Page, pero no creemos que tenga intención alguna de llevarlo a la práctica.
El citado diario digital parte de la idea de que Page nunca ha sido seguidor de Pedro Sánchez y que el “presidente del Gobierno ha tomado nota”. Y hasta dan el nombre de la posible sustituta de Page al frente del PSOE castellano-manchego: la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, basándose en que ha sido designada para formar parte del Comité Organizador del Congreso Federal del partido del próximo mes de octubre. Flojo argumento para aventura tan grande.
No han tenido en cuenta a la hora de publicar una afirmación tan tajante que la situación del PSOE en Castilla-La Mancha es muy distinta a la de Andalucía y el País Vasco por una razón tan básica como sencilla: Aquí gobiernan y allí no. Ni siquiera Pedro Sánchez se atrevería a intentar cambiar al secretario general de una región que es a la vez presidente del Gobierno de la misma. En estos momentos no hay ningún indicio que invite a pensar que está en marcha una operación de recambio al frente del PSOE de Castilla-La Mancha. Ni lo hay ni se le espera.
Y es que además la relación de Page y Pedro Sánchez ha mejorado en los últimos tiempos y el contacto entre ellos es más fluido y constante, de tal manera que las tensiones que hubo en su momento en la región entre los seguidores de uno y otro están ahora más diluidas. No quiere decir que se hayan cerrado las heridas del pasado, ni mucho menos, pero el ambiente es distinto. Page sigue siendo crítico con algunas decisiones del Gobierno de Sánchez, pero ni llega la sangre al río ni en ningún caso promueve acciones concretas en su contra.
Por otra parte, estamos seguros de que la alcaldesa de Toledo tampoco está en esa batalla y que si tiene aspiraciones de liderar al PSOE castellano-manchego, algo que sería completamente normal, esperará al momento oportuno para ello porque sabe que no es este. En el PSOE son conscientes de que Page debe entregarse en cuerpo y alma a la región y Tolón a la alcaldía de Toledo. Y ellos también los saben. Y que deben ayudarse mutuamente.