Una semana después, todavía suenan los ecos de la iniciativa del empresario talaverano Raúl Sánchez de Castro ante el Ministerio de Consumo a raíz de las declaraciones de su titular sobre la necesidad de reducir el consumo de carne.
El lunes 12, un grupo de trabajadores de Cárnicas Dibe, con Raúl Sánchez de Castro, su director, a la cabeza, se personaron en el Ministerio para hacer llegar a Alberto Garzón una caja con productos elaborados por la empresa y una carta.
En la carta ponen de manifiesto las dificultades de comercializar estas carnes por parte de las empresas del sector, así como "el sentir de la empresa y sus trabajadores tras la polémica generada por las declaraciones del Sr. ministro". También hacen mención especial a las características y peculiaridades de la carne que elaboran, así como sus valores nutricionales.
Además, en la misiva piden ayuda para comercializar las carnes que procesan y poder llegar a los hogares de todos los españoles. Explican que "el principal consumo de la carne salvaje en España es en la hostelería, sector muy afectado por la crisis sanitaria del Covid", y por tanto con una incidencia directa en los productores y ganaderos.
El talaverano Raúl Sánchez tiene su empresa en la pequeña localidad de El Gordo, limítrofe con la provincia de Toledo, y ha sido el único del sector en España que ha ido directamente al Ministerio a plantear las quejas a Garzón y a poner en valor el consumo de carne. De ello ha dejado constancia en un vídeo que ha publicado en la cuenta de la empresa en YouTube. En menos de una semana ha conseguido más de 2.000 visualizaciones. Garzón, por supuesto, no les recibió.