Es encomiable el voluntarismo y el esfuerzo de la líder de Ciudadanos en Castilla-La Mancha, Carmen Picazo, por tener algún tipo de protagonismo político en la región, pero parece obvio que su partido va cada vez a menos en todos los niveles y que su irrelevancia es insalvable en la política castellano-manchega. La mayoría absoluta conseguida por el PSOE de Emiliano García-Page en las últimas elecciones autonómicas ya dejó a Ciudadanos muy fuera de juego en el ruedo regional, pero la posterior evolución del partido de Inés Arrimadas, y su creciente división interna, está dejando cada vez más tocada a la formación que lidera Picazo en Castilla-La Mancha.
Como líder regional Carmen Picazo trabaja activamente, plantea buenas alternativas en las Cortes de Castilla-La Mancha e intenta construir en positivo para la sociedad castellano-manchega, pero la escasa repercusión de su trabajo se manifiesta día a día de una forma difícil de superar. Sería un gran éxito que Ciudadanos consiguiera mantener alguna representación en el Parlamento autonómico en los próximos comicios regionales, pero esta posibilidad parece cada vez más improbable a pesar de los valores y la buena actitud política que este partido tiene en Castilla-La Mancha.
Así las cosas, la única alternativa política al PSOE de García-Page que a día de hoy parece viable es la que plantea el presidente del PP castellano-manchego, Paco Núñez, en coalición con Vox, una hipótesis que los populares tiene cada vez más claro y que arrincona aún más a Ciudadanos en la región. Por eso esta semana Carmen Picazo ha criticado esa posibilidad de formar gobierno entre el PP y Vox en la Junta de Comunidades, algo que ha calificado como “rancio y conservador”. A la líder de Ciudadanos le gustaría tener algún peso político que hiciera necesaria su presencia en un futuro gobierno regional, ya con sea con el PSOE o con el PP, pero esta hipótesis está cada día más lejana.
También se sitúa en la irrelevancia política más absoluta todo lo que se mueve a la izquierda del PSOE en Castilla-La Mancha. Ahí está el desierto. Ni Podemos ni Izquierda Unida, fuera de cualquier órgano de poder en la región, están sabiendo construir ningún tipo de alternativa que les conceda alguna posibilidad en las próximas elecciones regionales, y ello a pesar de que parecen querer intentarlo pero sin ningún tipo de calado social ni de ningún tipo.