El Partido Popular de Castilla-La Mancha celebrará su Congreso Regional el segundo fin de semana de noviembre en la localidad de Puertollano (Ciudad Real), tal como informó el pasado viernes EL DIGITAL CLM. Es un congreso que ha pillado en cierta forma por sorpresa ya que la dirección regional del partido, debido a la proximidad de las elecciones municipales y autonómicas y, sobre todo, a que apenas se han cumplido cuatro años del mandato de Paco Núñez al frente de la organización, daban por hecho que se pospondría hasta 2023.
La convocatoria del Congreso no es una buena noticia para el PP castellano-manchego ya que podría abrir de nuevo un proceso de luchas internas que afectaría de una forma u otra a la actual dirección y a su máximo dirigente, que se verá obligado a poner en juego su cargo y a elegir un nuevo equipo, con todo lo que eso comporta de tensiones y disputas por el poder. Y todo ello, según la mayoría de encuestas, en un momento favorable a las expectativas electorales del partido de Pablo Casado que sin duda influirían positivamente en el PP castellano-manchego y sus aspiraciones a recuperar el Gobierno de esta Comunidad autónoma.
No hay que descartar que se presenten candidatos alternativos a Paco Núñez, que ya ha confirmado su deseo de renovar su mandato. Que pueda haber varios candidatos entra en la lógica de las primarias y del derecho de cualquier militante a convertirse en dirigente. Incluso es bueno para favorecer el clima democrático interno de las organizaciones políticas. Sin embargo, en las circunstancias actuales lo que menos puede desear el PP castellano-manchego es cambiar de candidato para las autonómicas de 2023, que están a la vuelta de la esquina. Solo en una ocasión ha repetido el candidato del PP después de un número considerable de elecciones autonómicas en la historia de Castilla-La Mancha, lo cual ha favorecido claramente a sus rivales del PSOE, que únicamente ha cambiado tres veces y los dos que se fueron lo hicieron por propia iniciativa, no porque les echaran en unas primarias.
El único que podría rivalizar con Paco Núñez es el mismo que se enfrentó a él en 2018, Carlos Velázquez, pero no hay noticias por el momento de que tenga intención de volver a intentarlo. Sería una nueva oportunidad para el presidente del PP de Toledo, pero aún en el caso de que ganara no se resolverían los problemas internos que aquejan a los "populares" castellano-manchegos, se perdería la "inversión" de tiempo y recursos que el partido ha hecho en Paco Núñez y se volvería a la triste e inoperante tradicion de "cada convocatoria electoral, un nuevo candidato". Según nuestras fuentes, la dirección nacional mantiene su confianza plena en Paco Núñez como actual y futuro presidente del PP-CLM, lo cual, de confirmarse oficial u oficiosamente, garantizaría su continuidad.
La dirección de Pablo Casado y Teodoro García Egea quiere tener bien amarrado el partido y para ello se ha llevado a cabo el proceso de cambio a través de congresos en la mayor parte las provincias españolas. En el caso de Castilla-La Mancha, de los cinco presidentes provinciales anteriores solo ha quedado uno, el de Cuenca, Benjamín Prieto, lo que permite hacerse una idea del profundo calado de la renovación para adaptar el partido a las condiciones de la actual dirección nacional. Ese proceso quieren cerrarlo con los congresos regionales, incluido el de Castilla-La Mancha, donde la renovación no afectaría a la presidencia pero sí a otras líneas del organigrama para ponerlo en consonancia con el resultado de los congresos provinciales y, en consecuencia, mejor conectado con el comité ejecutivo nacional.