Ha quedado claro. A la vista de todos. De las más de mil personas, entre compromisarios e invitados, que han asistido este fin de semana al XIV Congreso del Partido Popular de Castilla-La Mancha celebrado en Puertollano, la ciudad minera de Repsol y de Isabel Rodríguez. Y lo que ha quedado claro es la diferencia entre el presidente del PP nacional, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Los dos líderes del PP de derecho y de hecho, respectivamente. Al menos como referentes electorales.
Con Díaz Ayuso vibra el personal y se apasiona como si estuviera ante una gran estrella del espectáculo; del espectáculo político en este caso. Con Casado, pese a su envidiable y perfecta oratoria, se inquietan porque creen que no llega del todo, que es previsible y algo monótono. Resultaba mejor para él cuando no había con quién compararle en el partido, pero ahora es distinto y por eso les inquieta y ponen palos en las ruedas al intento de Ayuso de ganar poder territorial.
La Mesa de Presidentes del sábado ha sido lo mejor, con diferencia, que ha ofrecido el Congreso del PP-CLM. Y lo ha sido porque participaba Díaz Ayuso y todos estaban a la expectativa de lo que pudiera decir. En realidad no dijo nada nuevo, pero su sola presencia despierta el interés y el entusiasmo de la militancia del PP, incluida la mayoría de sus cargos internos e institucionales. Su puya al presidente de Castilla-La Mancha fue muy celebrada y el domingo todavía se hablaba de ello. Ayuso cree que Page "intenta parecerse al PP, pero no hay socialismo bueno". De lo que dijo Casado ya nadie se acuerda.
Este congreso no quedará en la memoria porque Paco Núñez ha revalidado el cargo de presidente con casi el cien por cien de votos de los delegados, ni porque el PP-CLM ha proyectado una imagen de unidad y fortaleza que estaba siendo cuestionada o porque Carolina Agudo se mantenga como secretaria general después de las presiones sufridas para que no lo fuera. Ni siquiera porque ha reunido al mayor número de barones y dirigentes nacionales en la historia del partido en la región. Los asistentes lo recordarán porque estuvo Isabel Díaz Ayuso. Eso es lo que la diferencia en estos momentos de Pablo Casado y sobre lo que deben reflexionar profundamente en Génova si no quieren suicidarse.