Ya lo contó de forma magistral Javier Ruiz el pasado día 16 en su columna habitual de EL DIGITAL CLM titulada "El perdón de Barreda y Anchuras". "Ocurrió durante la presentación de Enjambre en Ciudad Real, la obra de Rafael Cabanillas, el mejor autor que ha narrado y cuenta la España vacía. Tomó la palabra Barreda ante el alcalde de Anchuras, localidad donde se desarrolla la novela", decía en su artículo el jefe de Informativos de Onda Cero CLM y colaborador de este diario.
Y así fue. Ahora disponemos también del testimonio de uno de los protagonistas del acto, Rafael Cabanillas, toledano de Carpio de Tajo, escritor y exdirector de Turismo y Artesanía de la Junta de Comunidades entre 2004 y 2008, aparte de otras muchas cosas como consta en su amplio y brillante currículo.
Cabanillas ha contado el momentazo del perdón en la presentación de su libro y el guirigay que se formó entre el Ministerio de Defensa y el Gobierno de Bono en los finales de los ochenta y entre estos dos organismos y la localidad ciudadrealeña de Anchuras inmediatamente después. Cabanillas considera al expresidente Barreda de hombre honesto y gran intelectual y a Bono como político dado al populismo y la zorrería, además de maestro de la política.
Por su interés y porque es historia viva de Castilla-La Mancha, reproducimos íntegro el post de Rafael Cabanillas publicado en su cuenta de Facebook, en el que destaca el momento en que José María Barreda pidió perdón al alcalde de Anchuras, Santiago Martín, por lo ocurrido hace ya más de 30 años:
"Yo no sé qué `coño´ les prometería la OTAN a Felipe González para que su Ministro de Defensa, el tal Narcís Serra, que remató su vida pública sentado en el banquillo por el mal uso de las tarjetas de la Caixa, para ofrecer las hermosas tierras de Cabañeros (mi querido territorio QUERCUS ) como Campo de Tiro para sus cazabombarderos. Un disparate y un desprecio contra el que se rebeló el pueblo de Ciudad Real, sus gentes y su provincia. Ante tal clamor, el Pte. Bono, al que más que la inteligencia le ha caracterizado siempre el populismo y la `zorrería´, lo declaró Parque Natural para impedirlo, con una jugada de maestría política. Pero a cambio de la negativa de Cabañeros, el Ministerio de Defensa decidió ubicarlo en Anchuras, justo en la linde de Cabañeros. Es decir, con el mismo valor medioambiental. Aunque en un rincón más perdido en la raya de Extremadura. Y en esa decisión vino el gran error y la traición: el gobierno central dijo que sí y el gobierno de Bono y de Barreda, su Vicepte., también. Pero como en la vida no hay mayor indignidad que cometer una injusticia contra un igual, el pueblo, la provincia y parte de España se levantó `en armas´: ¿Por qué Cabañeros no y Anchuras sí? Y se montó una nueva Fuenteovejuna liderada por Santiago Martín, alcalde de Anchuras. Una lucha de David contra Goliat que duró varios años hasta conseguir la victoria. La victoria del pueblo contra la injusticia.
Me recuerda el buen amigo, cantautor y poeta, Sandalio Morales, que además de Aute, en los conciertos y actos de protesta en Anchuras estuvieron mi admirado maestro Paco Ibáñez, Labordeta, Chicho Sanchez Ferlosio, Luis Pastor y Alberto Pérez, Javier Krahe, Carmen Martin Gaite, Pablo Guerrero, Rafael Amor... y Forges de presentador. Con el cura abriendo la Iglesia a modo de posada para los muchos que allí acudimos. Una protesta que pasó a la historia y que hay que contar a los jóvenes para que comprendan que hay sueños que pueden hacerse realidad cuando el ser humano no está dispuesto a aceptar la injusticia. Y porque más vale morir de pie que vivir de rodillas.
Por eso invité a Santiago Martín, alcalde de Anchuras, a la presentación de mi novela ENJAMBRE, en la que él es uno de los personajes principales. Se lo dije a José María Barreda, hombre honesto y gran intelectual: -A la presentación vendrá el alcalde de Anchuras-. A lo que contestó: -Me parece perfecto.
Quizás por eso, cuando esa noche le dio la palabra la periodista Antonia Cortés, se volvió hacia Santiago Martín y le dijo: -Querido alcalde: quiero pedirte perdón, aunque sea con más de 30 años de retraso. Perdón porque como Gobierno te dejamos solo, te dejamos tirado. Perdón por no haber sabido estar en el lado bueno de la historia.
Y entonces, en ese salón de actos abarrotado de público el silencio se cortaba con un cuchillo y hasta a los personajes de ENJAMBRE se les helaba la sangre de emoción !! Historia y Literatura".