El pasado mes de marzo el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de la Junta de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, presentaron el nuevo proyecto de Museo Postal y Telegráfico, ubicado actualmente en Madrid, que tiene previsto abrir sus puertas en la nueva sede en 2022.
La elección de Toledo responde “al compromiso de Correos con el territorio y la tendencia a la descentralización de servicios, la cultura y el ocio de las grandes ciudades a otros ámbitos geográficos de nuestro país, al mismo tiempo que contribuye a poner en valor el gran patrimonio histórico y cultural de la capital castellano-manchega”, tal como explicó el presidente de la compañía postal.
El nuevo museo se ubicará en el Casco Histórico de la ciudad, en la calle de la Plata, en el edificio en el que actualmente se encuentra la Oficina Principal de Correos en Toledo, la cual compartirá espacio con el Museo. La remodelación de la nueva sede y el traslado de la colección supondrá inicialmente una inversión de 2.370.000 de euros.
Para la alcaldesa de la ciudad, la puesta en marcha de este proyecto supondrá “la apertura de un nuevo centro para la cultura en el corazón de Toledo sin perder los servicios que presta Correos a los vecinos del Casco Histórico”. Para ella, personalmente, supone algo más.
Y es que inaugurará el próximo año el Museo Postal y Telegráfico en el mismo edificio que fue inaugurado a principio de los años 30 del siglo pasado por el alcalde de entonces, Guillermo Perezagua, tío-abuelo de Milagros Tolón.
Guillermo Perezagua fue uno de los alcaldes más populares de la ciudad de Toledo en la primera mitad del siglo XX. Tuvo dos mandatos y también fue gobernador civil de la provincia. Propietario de una taberna en la zona del Arrabal y militante de Acción Republicana de Manuel Azaña, partido del que fue uno de sus promotores en la capital, fue el candidato que consiguió mayor número de votos en las elecciones municipales del 12 de abril 1931, tras las que fue elegido alcalde el profesor de la Escuela Normal José Ballester, según datos publicados por el periodista, escritor e historiador Enrique Sánchez Lubián.
Durante su mandato, Perezagua acometió numerosas obras municipales para mitigar el paro obrero en la ciudad. Una prueba de su gran calidad humana y su visión del mundo mucho más allá de la ciudad imperial es que impulsó y ratificó el hermanamiento con Toledo-Ohio, siendo el primer acuerdo de estas características firmado entre dos ciudades en el mundo.
Los avatares de la guerra le hicieron pasar momentos difíciles, hasta el punto de que una vez terminada fue condenado a muerte. Su esposa, Benita Tolón, recurrió a los amigos que Perezagua había hecho en Toledo-Ohio, pidiéndoles que intercediesen para conseguir salvar la vida de su marido. “Difícilmente -decía- habrá persona que pueda ser enemiga de un hombre todo corazón, afabilidad y bondad para todo el mundo”. Gracias a ello le fue conmutada la pena de muerte por veinte años de prisión. En 1943 fue puesto en libertad condicional, pero fue desterrado de la ciudad que tanto quería y por la que tanto hizo durante sus provechosos años como alcalde. Murió, tras una larga enfermedad, en 1960. Tenía 65 años.
Milagros Tolón Jaime, en nombre de su familia, donó al Archivo Municipal de Toledo un retrato de su tío abuelo, Guillermo Perezagua Herrera. Ahora Tolón seguirá la estela de Perezagua en el afán de ambos por mejorar la vida de la ciudad. Correos en este caso les va a unir en ese aspecto con casi cien años de por medio.