El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, es uno de los referentes del PSOE a nivel nacional, un barón que ha sabido conjugar su papel de Pepito Grillo del gobierno de Pedro Sánchez con su lealtad al partido en todos los grandes temas que se han puesto sobre el tablero de la política española. En estos últimos años ha consolidado su liderazgo sin fisuras en Castilla-La Mancha a la vez que ha incrementado su influencia y su presencia a nivel nacional.
Prueba de ello es lo que está ocurriendo en la campaña electoral de Castilla y León, donde están solicitando su participación desde los órganos de dirección del PSOE de aquella comunidad. De hecho, este sábado estará arropando a los candidatos socialistas en un acto que se celebrará por la mañana en Segovia capital para respaldar a Luis Tudanca a la Presidencia del gobierno castellano-leonés.
Page, según ha sabido EL DIGITAL CLM de fuentes informadas, ha tenido que rechazar otras invitaciones para intervenir en la campaña electoral por motivos de agenda. En León han pedido que no vayan ministros del gobierno de Pedro Sánchez, pero en cambio sí quieren contar con el presidente de Castilla-La Mancha.
Se da la circunstancia de que García-Page mantiene muy buena relación con Alfonso Fernández Mañueco, presidente en funciones de Castilla y León y candidato del PP a revalidar el cargo. Pero la amistad no impide que se mantenga la rivalidad ni que el político toledano aspire a que allí gobierne el PSOE y que sea Tudanca el que presida la Comunidad.