Castilla-La Mancha es una de las regiones españolas con mejores infraestructuras de comunicación por carretera, y en parte también por alta velocidad ferroviaria. La situación geográfica de la Comunidad -en el centro de la Península y rodeando casi dos terceras partes del perímetro provincial madrileño- obliga a que pasen por aquí un alto número de autovías y autopistas que, complementadas con las construidas por la administración regional en las últimas décadas, componen una red excepcional de carreteras que comunican con el exterior y a las principales ciudades castellano-manchegas entre sí. Algunas de las obras que se hicieron en su momento resultaron tan caras como inútiles, como es el caso de la autopista Madrid-Toledo, pero ahí han quedado para lo que quieran utilizarlas, que no son muchos en este caso.
Sin embargo, si hablamos de carreteras secundarias la cosa cambia. En general la situación es aceptable pero hay zonas en las que lo que algún día fueron carreteras, profusamente usadas por los pueblos vecinos, se han convertido en pistas intransitables. No se arreglan porque apenas se usan, pero es que no se usan porque no se arreglan. Y no hablamos necesariamente de zonas perdidas. Por no ir más lejos, el presidente del PP de Toledo, Carlos Velázquez, ha reclamado esta semana al Gobierno de Castilla-La Mancha que se lleve a cabo de manera urgente una actuación integral para arreglar la carretera CM-4167, que une los municipios de Urda, Madridejos y Consuegra con la carreta a Ciudad Real (N-401), para acabar con el peligro y el aislamiento que produce su actual estado de total abandono. No es precisamente una carretera que está apartada del mundo civilizado.
Durante una visita a Urda, Velázquez ha comprobado, junto al alcalde de la localidad, Manuel Galán, el mal estado de esta carretera. Una visita en la que han estado acompañados por el portavoz del Grupo Popular de la Diputación, Manuel Fernández; la diputada provincial, Almudena González; el alcalde de Consuegra, José Manuel Quijorna, y concejales de la zona.
“De nuevo una carretera de la Junta de Comunidades, que debería dar servicio a unos 50.000 habitantes y a pueblos como Urda, Consuegra y Madridejos, que es la unión natural con Ciudad Real por la N-401, y que está completamente inhabilitada en estos momentos”, ha lamentado Velázquez, quien ha recordado que “es solo un ejemplo más de las muchas que hay en esta situación en Castilla-La Mancha y la provincia de Toledo, carreteras del año 2022 que más bien parecen caminos del siglo XIX”.
El dirigente "popular" ha recordado las reiteradas denuncias al respecto que se han realizado tanto desde los ayuntamientos, como en las Cortes de Castilla-La Mancha y en la Diputación de Toledo, por parte del PP, “pero la Junta siempre ha hecho oídos sordos y lo más que ha llegado a hacer es poner algún parche, que cuando llega la lluvia se levanta, lo que desde luego no es la solución y a la vista está la situación intolerable de la carretera”.
La foto que el grupo de diputados provinciales y alcaldes se ha hecho sobre el maltrecho asfaltado lo dice todo.