Fernando Parlorio, concejal de Ciudadanos en el ayuntamiento de Guadalajara, contaba la semana pasada en las redes sociales que en una misma mañana había oficiado tres matrimonios.
Era viernes, en el Consistorio se habían celebrado tres casamientos -nada más y nada menos- y el oficiante había sido el amable concejal centrista, que reconocía en un tuit que es "una de las tareas más amables (junto a otras) que desarrollo como concejal" en el ayuntamiento y que "seguiré llevando a cabo, siempre que tenga la oportunidad, hasta que finalice el mandato en 2023".
La confesión de Parlorio le ha servido al director de La Crónica de Guadalajara, Augusto González Pradillo, para escribir una interesante columna que ha titulado "Los tres matrimonios del señor concejal". No es que se haya casado tres veces, como algún lector del digital alcarreño podría haber pensado, sino que ha casado a tres parejas en un mismo día. Pradillo aprovecha para explicar que en estos nuevos tiempos los casamientos están pasando de la Iglesia a manos de alcaldes, concejales, notarios y jueces y que los curas en esto de los sagrados sacramentos andan de capa caída.
"Fernando Parlorio, concejal de cuerpo menguante [se refiere al peso que ha perdido el edil] pero de cordialidad permanente, pregonaba el pasado viernes desde Twitter su satisfacción por sus últimos tres matrimonios", dice González Pradillo en la entradilla de su artículo. "Es incierto que la gente no se case, como le confirman a este su seguro servidor en la tienda de la ciudad que más vestidos de boda vende. Se casan, sí, pero de forma diferente. Incluso de tres en tres en una sola mañana, en el alarde productivo del concejal".
Opina el periodista que algunos en el seno de la Iglesia "han devenido, astutamente, de pastores de fieles en gerentes de ONG’s con boyantes plantillas, alimentadas por los mismos fondos públicos que le pagan el sueldo a los concejales que, de vez en cuando, casan a las parejas que los curas ya no casan. Para eso nos sirve un concejal, entre otras cosas". Y añade que "si antes el personal buscaba consuelo en el confesionario, ahora se consuela con los exabruptos en las redes sociales, lo que explicaría que cada vez más se hallen en permanente estado de cabreo retroalimentado, sin posible solución ni final. Habría que ver si hemos salido ganando con el cambio".
Parlorio no ha tenido por menos que contestar a Pradillo en el mismo "confesionario" de Twitter para matizar el titular: "Menguar la verdad es que he menguado un poco. Pero matrimonios solo he tenido uno y bien avenido". Y concluye: "Imagino que @PradilloAugusto de @lacronica_gu estará conmigo en que casar es una de las mejores tareas que tiene ser concejal, y el viernes oficié 3".
Y así vamos oficiando de políticos y de periodistas, contando la cosa de la vida sin perder la cordialidad ni las buenas maneras.