La noticia saltó este martes y rápidamente fue recogida por El Español y El Digital CLM. Adolfo Suárez Illana, diputado del PP en varias legislaturas y viejo conocido de la política en Castilla-La Mancha desde que fuera candidato en 2003 a la Presidencia de la Junta frente al entonces presidente socialista José Bono, deja la política y dimitirá de todos sus cargos en los próximos días. Así lo ha comunicado en una sentida y personal carta al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y su decisión es claramente irrevocable.
Tal vez nunca tuvo la pegada ni el protagonismo político que él hubiera querido y por eso mismo, tal vez, es la política la que le deja a él. Suárez Illana, de la mano de José María Aznar, inició su carrera política enfrentándose a Bono en Castilla-La Mancha, pero todo salió mal en aquella campaña de mayo de 2003 y, a partir de esa contundente derrota, no pudo brillar políticamente en ningún sitio, aunque lo intentó. Su perfil político siempre ha sido gris marengo. O lo parecía. Este adiós parece ya definitivo.
Suárez Illana, hijo del primer presidente del Gobierno de la democracia, renunciará en los próximos días a su escaño en el Congreso de los Diputados, donde además ocupa la secretaría cuarta de la Mesa. También está previsto su cese como presidente de la Fundación Concordia y Libertad, dependiente del Partido Popular desde el año 2017 y dedicada a divulgar, entre otras cosas, los valores democráticos.
A través de una nota, el Grupo Parlamentario Popular ha agradecido a Suárez Illana "la labor realizada durante estos años como representante del PP en el Congreso de los Diputados, especialmente su tarea institucional desde la Mesa del Congreso". La formación conservadora ha destacado que "su esfuerzo y dedicación en este tiempo han contribuido a lograr que el PP se haya convertido en la única alternativa al Gobierno de PSOE-UP".
Por su parte, el todavía diputado popular ha difundido una carta en la que expone los motivos que le llevan a abandonar la actividad política. "Debo retomar ya las obligaciones profesionales y familiares que, en su momento, entendí debía aparcar de forma temporal", ha desvelado. Hace algo más de cuatro años, Pablo Casado rescató a Suárez Illana —que ya tuvo una incursión en política como candidato a las elecciones de Castilla-La Mancha en 2003 y perdió contra Bono— para que fuera su número dos por Madrid en las listas al Congreso de los Diputados.
Entonces, según el vástago del artífice de la Transición, dejó toda su "actividad profesional —y, casi, vida personal". Lo hizo para ayudar a su partido. "Este estaba inmerso, entonces, en un proceso de transición, tras la crisis desatada en su seno por la inesperada moción de censura que se presentó contra el presidente Rajoy", explica en su carta de despedida, recogida por El Español.
Suárez Illana resume que, desde entonces, ha transcurrido un periodo "muy difícil" para el PP, marcado por "procesos electorales de todo tipo, de forma casi permanente y con distintos resultados". En este tiempo, asegura, ha tratado de dar lo mejor de sí mismo "al servicio" de su país "a través del Partido Popular". "Debo destacar, en este sentido, el haber tenido el privilegio de poner los cimientos de la que será, sin duda, una magnífica herramienta en favor del entendimiento entre distintos: la Fundación Concordia y Libertad".
Ahora, defiende, "gracias a Dios, al esfuerzo de muchos y a la buena gestión de Feijóo", el PP "ha superado, con éxito notable, la crisis pasada y se encuentra, al fin, en una situación que augura la victoria en los próximos comicios". Por ello, asegura sentir la necesidad de retomar sus "obligaciones profesionales y familiares".
Suárez Illana se reivindica como un "profesional del Derecho comprometido" con España, y no como "un político de carrera". Y considera que deben aceptar una "cuota de responsabilidad en los asuntos públicos". "Pero el tiempo pasa y las circunstancias cambian". El abogado ha agradecido "profundamente" a la dirección del PP "su ayuda y comprensión en todo este proceso". También se ha querido disculpar por "los errores cometidos" en esta etapa, y ha hecho mención a "todos aquellos" con los que ha tenido "el honor de compartir escaño en el Congreso".