Este lunes, 9 de enero, es el primer día hábil después de la Navidad y el arranque a pleno pulmón de la precampaña de las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Faltan menos de cinco meses para esa cita de los ciudadanos con las urnas, pero los dos grandes candidatos a la Presidencia de Castilla-La Mancha, el actual presidente socialista Emiliano García-Page y el presidente regional del PP Paco Núñez, ya están totalmente enchufados en “modo electoral” y tienen por delante un periodo largo e intenso en el que llegar al 28 de mayo en las mejores condiciones posibles será su gran objetivo político.
Comienzan, por tanto, los cinco meses más decisivos de la legislatura y un tiempo en el que se decidirá quién será el próximo presidente de Castilla-La Mancha. Socialistas y populares se juegan el todo por el todo y, además, acudirán en mayo a las urnas con todas las alcaldías y diputaciones en juego y muchas incertidumbres por delante. El poder regional, actualmente en manos del PSOE, puede o no cambiar de manos, pero lo que es seguro es que García-Page y Núñez van a poner todo de su parte: el primero para mantenerse en el Palacio de Fuensalida por tercera vez consecutiva y el segundo para volver a hacer historia y llevar al PP a la Presidencia de la Junta por segunda vez en este periodo democrático de Castilla-La Mancha.
La etapa que se abre hasta mayo va a estar marcada, por tanto, por la subida de tono y la tensión política en Castilla-La Mancha. Si García-Page y Núñez han mantenido unas duras y difíciles relaciones a lo largo de toda la legislatura, con fuertes acusaciones cruzadas que no han cesado en ningún momento, parece obvio que a partir de ahora este clima se va a enrarecer todavía un poco más y ambos candidatos afrontarán a cara de perro unos comicios que quieren ganar a toda costa. El PSOE de Page basará su estrategia en el perfil “moderado, cercano y accesible” del presidente de Castilla-La Mancha, marcando cada día más distancias con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras que el PP de Núñez intentará desmontar esa imagen centrista para evidenciar que Page “es un sanchista más” que habla mucho pero actúa poco.
Meses, por tanto, de intensidad política y electoral en los que todo lo que se diga y haga estará condicionado por la importante cita electoral de mayo. Todas las encuestas pronostica que en el próximo Parlamento de Castilla-La Mancha estarán representadas tres fuerzas políticas: PSOE, PP y Vox, cuyo candidato a la Junta, David Moreno, será el tercero en liza, un perfil bajo y sorprendentemente desconocido que parece lanzar un mensaje poco optimista a su electorado.