El Gobierno de Castilla-La Mancha y, sobre todo, el entorno del presidente de la Junta, Emiliano García-Page, no podían disimular este jueves su "absoluta" sensación de victoria y su alegría por la redacción definitiva de la Ley de Bienestar Animal en el sentido que venían reclamando con insistencia el propio Ejecutivo regional y el sector cinegético, es decir, dejando fuera de la norma a los perros de caza. La decisión se abría paso este jueves en el Congreso de los Diputados tras el anuncio de los socios de Pedro Sánchez de apoyar la ley tal como quería el PSOE y a pesar de la fuerte negativa de Podemos. El partido morado terminó por sucumbir para no poner en peligro la norma y a pesar de que quería incluir a los perros de caza en la misma, lo que hubiera supuesto un grave daño para el sector.
Se trata, por tanto, de un nuevo fracaso del ala podemita del Gobierno de Sánchez, que estaba cerrado en banda con esta ley hasta este mismo jueves, y de una victoria del PSOE capitaneada, en gran medida, desde el Gobierno de García-Page en Castilla-La Mancha, muy concienciado de la importancia cinegética la región y de la necesidad de excluir a los perros de caza de la ley. El propio Page ha presionado directamente en esta dirección con mucha insistencia hasta el último momento, cosechando al final una victoria muy deseada en amplios sectores castellano-manchegos. Este mismo jueves el vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, volvía a expresar su rechazo a la inclusión de la caza en la ley y pedía una rectificación que finalmente ha llegado.
Como se recordará, Page había llegado incluso a anunciar su intención de llevar la ley ante los tribunales si salía adelante como quería Podemos, una circunstancia que, entre otras, llevó al Grupo Socialista del Congreso a rectificar y enmendar el texto finalmente apoyado por los socios del Gobierno central. La situación ha sido complicada en las últimas semanas pero finalmente ha terminado por imponerse la tesis de Castilla-La Mancha y este jueves se desató la alegría en el Palacio de Fuensalida, entre otras razones porque se considera que la caza y todo el sector cinegético de la región quedan protegidos y a salvo en el texto final. El propio sector de la caza ha valorado positivamente la rectificación, sin que todo ello signifique que los perros de caza no vayan a tener protección legal, sino todo lo contrario.
De hecho, el consejero de Desarrollo Sostenible de la Junta, José Luis Escudero, ha destacado que el proyecto de ley de bienestar animal que excluye a los perros de caza, como ha defendido el Gobierno de Castilla-La Mancha, es "de sentido común" y se aleja de cualquier prejuicio a un sector como el cinegético. "Esto no significa que no queramos proteger a los animales", ha aclarado el consejero, quien ha recordado que Castilla-La Mancha ya aprobó al comienzo de la legislatura una ley de bienestar animal que, ha afirmado, puede ser la hoja de ruta para replicar la del Estado o para otras autonomías.