Es de sobras conocido que las relaciones personales y políticas del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, son cordiales pero distantes, a pesar de pertenecer ambos al mismo partido, el PSOE. Se respetan y mantienen siempre la compostura y la afabilidad, al menos en público, pero sus discrepancias políticas son conocidas y también la distancia personal que les separa. No simpatizan en exceso. Por supuesto, eso no les impide participar juntos en aquellos actos oficiales que así lo requieran y mostrarse de forma respetuosa ante los medios, sin dejar que nunca salgan perjudicadas las relaciones institucionales y los proyectos conjuntos entre la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de Toledo, instituciones que ambos lideran.
Es verdad que, a medida que se han ido acercando las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo, García-Page y Tolón han ido estrechando sus relaciones políticas e institucionales y dando la sensación de que, como así es, van en el mismo barco político y mejor estar unidos ante unos comicios en los que ambos se la juegan. Por eso, últimamente aparecen juntos con más frecuencia en público e intentan dar una imagen de cercanía y cordialidad que no está pasando desapercibida. Al fin y al cabo, Castilla-La Mancha y Toledo son lo mismo, pertenecen a un mismo territorio y forman parte de la misma unidad política e institucional: en definitiva, se necesitan mutuamente, y más cuando sus máximos gobernantes son del mismo partido.
El último acto oficial destacado en el que han aparecido juntos tuvo lugar el pasado jueves durante la inauguración del Salón Rico de Toledo, una nueva joya para la capital regional que de nuevo brilla con luz propia tras un largo proceso de rehabilitación. En este acto, García-Page y Tolón, presidente y alcaldesa, estuvieron juntos, se hicieron muchas fotografías compartidas para los medios de comunicación y mostraron una cercanía que, a dos meses de las elecciones, se ha interpretado como el "deshielo definitivo" en unas relaciones que nunca estuvieron rotas pero sí algo congeladas. Ya se han venido viendo algunos gestos de acercamiento entre ambos y parece esta va a ser la nueva tónica. Ambos saben que, además de favorecer las relaciones institucionales, esta situación de más cercanía sólo puede traerles beneficios.
En este contexto, es muy significativa la fotografía que ilustra este comentario captada por la cámara de Óscar Huertas para EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM en ese acto del pasado jueves en el Salón Rico. En esa imagen Tolón y Page aparece cercanos, amables, confidentes, incluso cariñosos, y no es una casualidad. A estas alturas ya nadie da puntada sin hilo: es una foto simbólica que dice mucho de los protagonistas y de los tiempos políticos (y electorales) en los que estamos inmersos.