Podemos sube el tono fuertemente contra el presidente socialista de la Junta y candidato del PSOE, Emiliano García-Page, y toda su estrategia electoral apunta en una sola dirección: la ultraizquierda no toca bola en Castilla-La Mancha y busca foco mediático dando un salto radical en su ofensiva a ver si suena la flauta. Una tras otra, todas las encuestas pronostican desde hace meses que el partido de Irene Montero y Pablo Iglesias volverá a quedarse fuera del Parlamento castellano-manchego, como ya ocurrió en 2019, y más aún después de esa nueva división provocada por la aparición en escena del proyecto "Sumar" de Yolanda Díaz.
En ese escenario, el líder y candidato de Podemos en Castilla-La Mancha, José Luis García Gascón, ha dado una apretada vuelta de tuerca este fin de semana a su ofensiva contra Page e indirectamente le ha insultado llamándole "prenazi", un término hasta ahora nuevo o inusual en el siempre extremoso y desaforado lenguaje podemita lanzado directamente contra un dirigente del PSOE. Ya es conocido que García Gascón es un combativo líder contra el presidente de Castilla-La Mancha y que incluso se ha comprometido a "vetarle" si de él depende para evitar su reelección, pero este apelativo de trazo grueso y directo contra Page parece una llamativa novedad en la política castellano-manchega.
García Gascón, además, ha dicho que el presidente castellano-manchego es un político de derechas y que, si gana las autonómicas el 28 de mayo, podría quedar en disposición de asumir el poder nacional en el PSOE, acabando con este partido "para siempre" y "con las opciones revolucionarias y progresistas como Podemos". El líder podemita ha ido incluso más lejos al comparar a Page, a su estilo y expresado de forma confusa, con los que acabaron con la vida de Rosa Luxemburgo en Alemania y con la Segunda República en España, en un sorprendente revoltijo histórico impropio hasta de un mitin extremista. El PSOE de Castilla-La Mancha ya ha salido al paso de lo que ha calificado como una "barbaridad", pero parece que el verdadero objetivo de este ataque radical y fuera de tono es agitar al electorado de ultraizquierda y ocupar algún espacio mediático que saque a Podemos de la irrelevancia política actual en la comunidad castellano-manchega.
La estrategia es muy obvia y visible, o así nos lo parece. Es pertinente, en este sentido y apelando a la memoria "histórica", recordar que García Gascón y Podemos se echaron en brazos del PSOE y de Page la única vez que tuvieron oportunidad, en las elecciones de 2015, formando gobierno de coalición en Castilla-La Mancha y asumiendo varios altos cargos en el ejecutivo regional. El propio Gascón fue director general de Page en esa legislatura. La pregunta es si, a pesar de todo, lo volvería a ser, si pudiera.