Todo apunta a que la campaña electoral de las autonómicas y municipales del 28 de mayo se va a enfangar en Castilla-La Mancha. El clima se está enrareciendo poco a poco, sobre todo a raíz de las últimas encuestas publicadas que dejan el resultado en el aire y no ven un claro ganador entre el actual presidente de la Junta y candidato del PSOE, Emiliano García-Page, y el aspirante del PP, Paco Núñez. A medida que se acerca el 28-M es previsible que la tensión se recrudezca y que la guerra de "presuntos escándalos" entre uno y otro partido vaya tomando un color más intenso.
De hecho, las acusaciones cruzadas entre los equipos de Page y Núñez están siendo ya muy evidentes y no parece que vayan a cesar. La Presidencia de Castilla-La Mancha puede estar jugándose por un puñado de votos y esa es una de las razones de que el peligro de "fango" sea tan evidente en una campaña que, en todo caso, no empezará oficialmente hasta la noche del viernes 12 de mayo.
Después de que el PSOE airease la pasada semana un presunto exceso en el cobro del kilometraje por parte del popular Paco Núñez, desmentido ya por éste y calificado como un "error administrativo", ahora el PP sale a la palestra acusando a Page de "agencia de colocación socialista" a raíz de una información según la cual Javier Irízar, un histórico socialista de la región, ha "colocado" a compañeros de su bufete en el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha. En concreto, se acusa a Irízar de colocar como secretario general a un abogado que trabajó 10 años con él y como jefa de gabinete a una administrativa de su despacho.
Obviamente, el PP ha minimizado el caso del kilometraje de Núñez mientras el PSOE minimiza igualmente los nombramientos de Irízar, pero parece el comienzo de una "guerra abierta" con mal tono ante la proximidad de la campaña electoral. El peso de las acusaciones en uno y otro lado recae sobre el secretario de Organización, Sergio Gutiérrez, por parte del PSOE, y la secretaria general, Carolina Agudo, por parte del PP.
Entre los equipos de Page y Núñez hacen circular la posibilidad de que estos asuntos no sean más que la punta de un icerberg que estallará durante la campaña, dejando caer que existen "dossieres" que pueden circular en ambas direcciones y que comprometerían a ambos candidatos a la Presidencia castellano-manchega. No parece la mejor situación para afrontar con calma y sosiego una campaña electoral, pero todo apunta a que ambos partidos van a lanzar una estrategia de ofensiva-contraofensiva a lo largo de todo el mes de mayo. Al barro.