Los primeros meses de esta legislatura están dejando clara una circunstancia política llamativamente sorprendente y positiva: la buena sintonía entre el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el alcalde popular de Toledo, Carlos Velázquez. En poco más de tres meses, ambos políticos han demostrado, a pesar de sus distintos colores políticos, una amplia visión del campo de juego y, a diferencia de lo que ocurría en la anterior legislatura con Milagros Tolón, paradójicamente del mismo partido que Page, han sabido establecer entre ellos una cordialidad institucional y un entendimiento poco habitual.
El último ejemplo de esta colaboración se produjo este mismo miércoles a raíz del anuncio de Page de trasladar la sede de las Cortes de Castilla-La Mancha desde el Convento de San Gil al edificio del Quixote Crea, un proyecto que el alcalde de Toledo, aunque con condiciones, dijo estar dispuesto a apoyar. Velázquez dijo que el Ayuntamiento "no pondrá problemas" a ese traslado siempre que en el Convento de San Gil se mantenga la vida administrativa, algo con lo que ya cuenta el propio Page.
La rápida reacción del alcalde toledano, y su ánimo positivo para apoyar la iniciativa del presidente de la Junta, no sólo sorprendieron en la jornada de ayer, sino que se ha interpretado en círculos políticos de la región como un signo claro de la voluntad de ambos de colaborar y evitar tensiones políticas innecesarias que perjudiquen a los ciudadanos.
No es la primera vez, en estos meses, que Page y Velázquez muestran este espíritu de colaboración. El alcalde de Toledo fue el primero en ser recibido por Page desde su toma de posesión y en ese encuentro oficial, celebrado el pasado 8 de septiembre, los dos políticos mostraron cordialidad y establecieron una "agenda compartida" para los próximos años, con dos proyectos estrella para Toledo entre las prioridades: el Plan de Ordenación Municipal y el AVE Madrid-Extremadura-Lisboa.
Semanas después, el 9 de octubre, volvió a manifestarse el acuerdo entre el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Toledo al ponerse de relieve la necesidad de "desbloquear" proyectos importantes para la capital regional como la construcción de un aparcamiento junto al nuevo Hospital del Polígono y, entre otros proyectos, crear un nuevo acceso a este barrio a través de la A-42. El alcalde dijo, después de reunirse con el consejero de Fomento, Nacho Hernando, que "percibimos por parte de la Junta de Comunidades la voluntad de mejorar Toledo" y que "yendo de la mano podemos ir más rápido, más lejos y ser mejores para los ciudadanos".
Hay otros ejemplos de esta situación, pero el último de ellos tuvo lugar el pasado 23 de octubre cuando el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, se reunió con Carlos Velázquez y acordaron estudiar la construcción de un centro de salud en el barrio de Valparaíso, muy demandado por los vecinos y que el alcalde tiene mucho interés en sacar adelante. Velázquez destacó, en ese momento, su "positiva valoración" del encuentro en el que también se abordaron otras mejores sanitarias para los toledanos.
Veremos si esta buena sintonía se prolonga en el tiempo, como sería lo deseable, pero de momento, este arranque de la legislatura está sorprendiendo por un "feeling" político entre Page y Velázquez que llama mucho la atención. Y para bien.