La nueva legislatura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno arranca con una intensa preocupación entre los empresarios de Castilla-La Mancha por la inestable situación política que se vive en España y las consecuencias económicas que de ello puedan derivarse. El mantenimiento de Yolanda Díaz al frente del Ministerio de Trabajo no ayuda precisamente a tranquilizar los ánimos empresariales, sino más bien todo lo contrario.
Diversas fuentes empresariales consultadas por EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM han confirmado que se ha extendido una fuerte inquietud en los sectores económicos de la región por el daño que las cesiones de Sánchez a los separatistas, entre ellos la amnistía y la condonación de la deuda a Cataluña, pueda provocar en la economía de Castilla-La Mancha derivado de la inestabilidad institucional y la hipotética paralización de proyectos del Estado importantes para la comunidad autónoma.
La política desarrollada por Yolanda Díaz en los últimos años al frente del Ministerio de Trabajo no augura, según las citadas fuentes, buenas expectativas para la legislatura que ahora comienza, ya que su labor no se considera positiva para la creación de riqueza y empleo ni en España ni en Castilla-La Mancha. No se ve en el Gobierno una valoración adecuada de la figura de los empresarios como agentes sociales de primer orden para el avance y el crecimiento del país.
Aspecto tales como los contratos fijos discontinuos, que maquillan las cifras del paro, y la nueva subida que proyecta la ministra del salario mínimo interprofesional por encima de la inflación son algunas de las cuestiones que preocupan a los empresarios, además de un marco general de la política económica del Gobierno que no favorece a las empresas y puede destruir empleo.
Según las fuentes consultadas por nuestro periódico, esta preocupación se extiende en las diversas organizaciones empresariales de Castilla-La Mancha, pero afecta igualmente al resto de España. En el seno de la CEOE, explican, existe un ambiente de pesimismo e inquietud que se refleja en las reuniones de la patronal y en los ámbitos autonómicos, donde se observa con preocupación la situación política del país.