Momentazo de Cospedal y Page a solas, el por si acaso de Vicente Tirado y ojito a González Ramos
Un sueño posible. Las crónicas no han destacado el hecho pero este digital sí le ha dado relieve en su confidencial de este lunes: el largo momento que compartieron el sábado en Guadalajara, con motivo del Desfile de las Fuerzas Armadas, la ministra de Defensa y líder del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y el presidente de la Junta, y secretario general del PSOE castellano-manchego, Emiliano García-Page. Una charla especial en un momento muy especial para la región y en las vidas políticas de ambos, con Cospedal de dulce y en estado de gracia y Page atosigado entre la indeseada victoria de Pedro Sánchez y los apretones por la extrema izquierda de José García Molina que tienen bloqueados los presupuestos y mucho más en Castilla-La Mancha.
Vengo diciendo desde hace semanas, y estoy convencida de ello, que una entrevista a fondo entre Cospedal y Page podría resolver muchos problemas en Castilla-La Mancha y dejar a estos Podemos de Pablo Iglesias en el limbo de la irrelevancia en las Cortes regionales, pero hasta ahora ese entendimiento no ha sido posible. Sin embargo, este momento alcarreño de química quien sabe si puede traer algún futuro de esperanzas y novedades muy prontito para nuestra región, que necesita un empujón y un revulsivo con las urgencias propias del parón que estamos viviendo. Las circunstancias han cambiado, a Page se le han complicado mucho las cosas y tal vez estamos en buena hora para forzar el diálogo, superar las viejas rencillas y trabajar juntos por Castilla-La Mancha. Lo merece Castilla-La Mancha y también García Molina.
En fin. Cuentan algunas crónicas que el vestido de Cospedal fue lo más fashion de la jornada, tanto que le quitó protagonismo a la Reina Letizia, siempre tan elegante, y fue la comidilla en algunos corros que no paraban de comentar la jugada. El caso es que a mí Cospedal me va pareciendo que está siempre muy en su sitio, que tiene su punto de valentía con el estilismo que se gasta como ministra, entre clásica y atrevida, y que está consiguiendo a velocidad de vértigo reconvertirse a sí misma y ofrecer una nueva imagen mucho más impactante y cercana. No sé si entre sus planes estará volver a ser candidata a la Presidencia de Castilla-La Mancha, pero sí estoy convencida de que, a día de hoy, su pegada en la región estaría en el punto más alto de ebullición, lo cual siempre sería una excelente noticia para el bueno de Vicente Tirado, que muy a su pesar está pensando en el por si acaso pero le gustaría no tener que pensar en ello. Tirado sólo quiere a Cospedal y punto.
Y a otra cosa. Ni quito ni pongo, pero este lunes por la mañana insiste El Confidencial Digital en situar al socialista albaceteño Manuel González Ramos como el hombre de Pedro Sánchez en Castilla-La Mancha, es decir, el dirigente llamado a quitar el poder interno a Page como líder del PSOE regional y hacerse con el control regional del partido. Sanchista total, González Ramos se ha apresurado a manifestar su lealtad a Page como presidente de Castilla-La Mancha, pero quién sabe si las guerras que se avecinan en el PSOE van a intentar abrir este melón sucesorio. De momento, el citado digital asegura que González Ramos es un "claro aspirante" a la Secretaría General del PSOE en Castilla-La Mancha y esa noticia se habrá recibido con mala uva en los territorios de Jesús Fernández Vaquero, que no quiere ni oír hablar de ningún relevo de Page de ningún sitio. El futuro es pura incertidumbre y la culpa la tiene Susana Díaz, claro, por no haber ganado una partida en la que lo tenía todo a favor. Y eso.