Buen día este miércoles de febrero para retomar mis negritas y hacerlo, además, con el cañonazo que el vicerrector Julián Garde ha embutido directamente en el corazón de la Universidad de Castilla-La Mancha, esa institución ya imprescindible que es uno de nuestros grandes orgullos regionales. A bote pronto y sin anestesia, Garde ha lanzado la posibilidad de presentarse a las elecciones al Rectorado que se celebrarán en marzo o abril y en las que competiría con el actual rector, Miguel Ángel Collado, que por su parte quiere prolongar un tiempecito más los ocho años que ahora cumple al frente de la institución académica. Collado-Garde: sólo puede quedar uno. ¡Qué emoción!
Esta hipotética contienda electoral por el Rectorado tiene un morbazo sensacional y no sólo por la incertidumbre que se abriría en torno al futuro jefe de la Universidad castellano-manchega, sino sobre todo porque hasta ahora Collado y Garde iban en el mismo equipo y se presume entre ellos una gran colaboración de la que no se esperaba ninguna clase de competición electoral. Se trata, en todo caso, de dos enormes profesionales de talento que, pase lo que pase, seguirán siendo parte fundamental del futuro de una institución a la que tanto queremos. Aunque ahora que lo pienso, ¿y si todo es un globo sonda de Garde para asegurarse la continuidad en el equipo de Collado? O al contrario: ¿y si este preanuncio del vicerrector anticipa en realidad una lucha por el cargo de rector que nadie intuía? Todo dudas que iremos despejando.
Y en esas estábamos cuando llega el diputado guadalajareño José Ignacio Echániz, al que la mitad del PP de Castilla-La Mancha culpa de la derrota electoral de María Dolores de Cospedal, y monta una polémica, otra más, en torno a la eutanasia con la frívola y poco elaborada teoría de que en realidad el Gobierno de Pedro Sánchez lo que quiere con esta nueva ley es ahorrarse gastos con los mayores. Qué burdo. Digo yo que es muy legítimo y razonable estar en contra de la eutanasia pura y dura, pero no se pueden lanzar este tipo de misiles sin ton ni son y sin venir a cuento, como ha hecho Echániz. Este debate es serio y profundo y no se pueden decir cosas a la ligera y con afán puramente partidista: Echániz sigue siendo el elefante en cacharrería del PP y entiendo que desde el PSOE de Castilla-La Mancha dos líderes como Pablo Bellido y Sergio Gutiérrez hayan montado en cólera y atizado con dureza al diputado alcarreño, que además ha provocado daños colaterales no sólo a Cospedal, que ha vuelto a la actualidad regional de los recortes de su época, sino también al líder actual de los populares castellano-manchegos, Paco Núñez, que no gana para disgustos, el hombre. Al buenazo de Núñez le toca de vez en cuando apagar según qué incendios internos muy del agrado de los socialistas de Emiliano García-Pageen la región, que siguen viendo el camino tan limpio y despejadito. Un roto a Núñez y Pagetranquilamente esta semana en Alemania, a hacer patria castellano-manchega y tal.
En fin, cosas del querer. Termino mi artefacto de este día felicitando a dos buenos periodistas de actualidad esta semana en Castilla-La Mancha: mi admirado Javier Ruiz, director de informativos de Onda Cero en la región, y la guapísima y televisiva Lourdes Maldonado, directora y presentadora en Telemadrid. Lo de Javier es por su reciente fichaje por el diario La Razón, que le suma prestigio, trabajo y brillantez a su carrera. Y lo de Lourdes viene por el premio cultural “Vinos Ojos del Guadiana” de la cooperativa manchega El Progreso, que es todo un lujo. Entre los ojazos de Lourdes Maldonado y el micro abierto de Javier Ruiz, Castilla-La Mancha está de moda y el periodismo también. Enhorabuena ambos y que el mundo sea feliz. Vivimos en un país apasionante.