Editorial EDITORIAL

El show de la política espectáculo de García Molina y Podemos Castilla-La Mancha

17 mayo, 2017 00:00

Al margen del proceso de primarias en el que Podemos está metido en estos momentos en Castilla-La Mancha, y que ha evidenciado la división interna que vive este partido, hay una constante en la actitud política que sus dirigentes vienen manteniendo en la vida pública regional especialmente visible a partir de la ruptura con el PSOE de Emiliano García-Page en septiembre del pasado año. Esa constante es la política-espectáculo, el show mediático como eje transversal que atraviesa todo el proyecto político de Podemos en Castilla-La Mancha y que su secretario general, José García Molina, aplica de una forma concienzuda y persistente. Consciente de la importancia de la imagen, las redes sociales y los medios de comunicación, especialmente la televisión, García Molina ha tomado el camino de hacerse visible ante la sociedad mediante una presencia estructurada y diseñada para los medios, independientemente de otras vías paralelas como las Cortes regionales o directamente la política en la calle, mucho menos eficaces y más trabajosas.

Esa fuerte pulsión, heredada o copiada del secretario general del partido, Pablo Iglesias, está llevando a García Molina a unos extremos que, como ocurre con los videos que estos días viene haciendo públicos contra Page, empiezan a resultar hilarantes o directamente ridículos, con formatos de escaso ingenio y baja calidad que ponen más en duda la actitud del promotor que la del acusado de sus invectivas. Ni siquiera en un proceso de primarias como el que vive García Molina en estos días, y en el que necesita dosis de espectáculo para llamar la atención clientelar de sus posibles votantes, parece justificada esta utilización torticera de la política regional que indica el nivel de rigor y seriedad al que Podemos está llevando la vida pública en Castilla-La Mancha.

Nuestra comunidad autónoma, mejor o peor gobernada, no es ni debe ser el banco de pruebas ni el campo de batalla de un partido adanista que decía venir a regenerarlo todo en la región y que, en realidad, lo está degenerando. Y este planteamiento del partido que lidera Pablo Iglesias, esta forma mediática, aparente, espectacular, de hacer las cosas es la que mantiene a Castilla-La Mancha inmersa en una crisis política sin precedentes, con los presupuestos regionales bloqueados y una incertidumbre que daña a mucha gente en la región.