Es difícil pronosticar ahora si finalmente el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, podrá o no aprobar los Presupuestos regionales de 2017, pero se está comentando mucho en círculos políticos de la región la posibilidad de que finalmente sea el Partido Popular el que permita al Ejecutivo socialista sacar adelante las cuentas públicas de la comunidad. Se trata tan sólo de una hipótesis, aunque la ruptura de las relaciones entre el PSOE y Podemos en Castilla-La Mancha es casi total y a día de hoy parece complicado que esta situación se recomponga. Se está barajando en según qué sectores políticos la no descartable opción de que el PP finalmente se abstenga y permita así a Page salvar el ejercicio en curso y hasta la legislatura, evitando unas elecciones anticipadas antes de finalizar el año que serían difícilmente explicables a la opinión pública.

Las conversaciones de todos con todos no están teniendo un camino fácil y no es posible en estos momentos hacer pronósticos certeros, si bien esta hipótesis de una abstención del PP tendría viabilidad y lecturas positivas tanto para los populares como para los propios socialistas, aunque no existe una opinión unánime al respecto en ninguno de los dos partidos. Tanto el PSOE como el PP conseguirían de esta forma minimizar el protagonismo actual de Podemos en Castilla-La Mancha y convertir a este partido es casi irrelevante, una situación deseada ahora mismo desde ambos lados. Con un hipotético acuerdo de Page y el PSOE con el PP, los socialistas ganarían estabilidad y encauzarían esta segunda parte de la legislatura a la vez que los populares podrían presentarse como los salvadores de la estabilidad política e institucional de Castilla-La Mancha frente a la mala gestión de Page. Sólo Podemos saldría perdiendo en el contexto de esta posibilidad, ya que su papel pasaría a ser únicamente negativo y en este caso casi prácticamente residual.

Todos los frentes están abiertos, no se descarta ninguna opción ahora mismo, aunque la tesis de una abstención del PP permitiría dar un salto positivo en la legislatura y desbloquear aunque sea parcialmente la actual crisis política en Castilla-La Mancha. Es verdad, no obstante, que en el PP de Castilla-La Mancha todos consideran que Page es el único responsable de la situación creada, entre otras razones por formar gobierno con el apoyo de un partido no fiable como Podemos, y que por tanto sólo el presidente y su partido, el PSOE, son los únicos culpables del "desgobierno" actual y de un hipotético adelanto electoral.