El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha convocado para este jueves al secretario general de Podemos en la región, José García Molina, para abordar la negociación del Proyecto de Ley de Presupuestos para este año. En principio el Gobierno se había propuesto presentar el nuevo proyecto de ley sin consensuarlo previamente con ninguno de los grupos parlamentarios de la oposición, o al menos eso es lo que han dicho por activa y por pasiva, pero finalmente han decidido lo contrario, lo que confirma una cierta desorientación del Ejecutivo o un imperdonable intento de desorientar a los ciudadanos. Lo importante es que por fin el propio Page se haya decidido a tomar la iniciativa y a hablar personalmente con el que otrora fuera su principal valedor para llegar a la Presidencia de la región. Si ha dado este paso es porque seguramente ya están pactadas las cuentas con Podemos, lo que habría llevado también a romper las negociaciones con el PP, que las ha habido, a pesar de que en todo momento han sostenido lo contrario.

Pese a todo, es una buena noticia que se sienten a cerrar un acuerdo y una forma de despejar dudas respecto a la amenaza de convocar elecciones anticipadas con la que nos han machacado los últimos meses. En las últimas horas se había impuesto la idea de que sería el PP el que con su abstención facilitaría la aprobación de los presupuestos, pero al parecer se han roto los puentes porque el PSOE no acepta algunos de los planteamientos de los "populares". En realidad lo que no aceptan es la idea de poder llegar a algún tipo de acuerdo con el partido de Rajoy. Page quiera sentarse a hablar con Podemos para cerrar el acuerdo entre ambas formaciones de izquierdas a pesar de que los socialistas, y muy especialmente su secretario regional, habían perdido toda su confianza en el líder del partido morado en Castilla-La Mancha, José García Molina, que ahora vuelve a tomar las riendas de la situación.