Los datos del paro en agosto han sido decepcionantes. Se esperaban mucho mejores, tanto en España como en Castilla-La Mancha. En el conjunto nacional el número de parados se ha incrementado en 46.400 personas y en Castilla-La Mancha el desempleo ha caído, pero de forma tan leve que resulta poco esperanzadora y significativa. Los parados en Castilla-La Mancha se han reducido en agosto en 307 y, aunque el dato es positivo, no deja de ser raquítico y nada ilusionante para una comunidad que está muy por detrás de la media nacional y sus índices de desempleo son superiores a la mayoría de las comunidades autónomas. El empleo generado es, además, precario y muy poco estable.

Pero el peor dato del mes en Castilla-La Mancha viene de la Seguridad Social, que ha perdido en agosto un total de 5.317 afiliados, una cifra realmente negativa que habla de destrucción de empleo y poca estabilidad laboral en las nuevas contrataciones que se hacen en la región. Es decir, que la cifra positiva del paro en Castilla-La Mancha queda anulada y enmudecida por este duro dato de pérdida de afiliaciones a la Seguridad Social, tan contundente como revelador.

Si bien es cierto que en la tendencia general desde hace muchos meses se crea empleo en Castilla-La Mancha y se suman afiliaciones a la Seguridad Social, también es innegable que nuestra comunidad está mal situada en la media nacional del empleo en España y que todavía queda mucho camino por recorrer. El mes de agosto es un aldabonazo laboral para no dormirse en los laureles.