Como no podía ser de otra manera el Gobierno de Castilla-La Mancha está claramente situado del lado del Estado y con las Fuerzas de Seguridad frente al gravísimo golpe a la democracia que se está perpetrando por parte de los separatistas catalanes. Tanto el presidente Emiliano García-Page como el vicepresidente primero de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, se han manifestado de forma inequívoca con la democracia y contra los golpistas y sus métodos unilaterales y antidemocráticos, una posición que es la que representa a la sociedad castellano-manchega y su sentimiento general y muy mayoritario ante los infelices y graves acontecimientos que está viviendo España por culpa del independentismo.

Lamentablemente la posición de Page y Martínez Guijarro, así como la mayoría de sus consejeros, no es la posición unánime del Gobierno de Castilla-La Mancha, ya que los dos miembros de Podemos que forman parte del Ejecutivo regional mantienen y defienden la posición radical de su líder Pablo Iglesias, claramente distinta y enfrente de la de los tres partidos constitucionalistas, el PP, el PSOE y Ciudadanos. Esta diversidad de opiniones dentro del Gobierno de Castilla-La Mancha en un asunto tan central y fundamental para nuestro país es algo inaudito que tendrá que aclararse en su momento, aunque por ahora nos quedamos con la idea clara y rotunda de Page y Martínez Guijarro: con España, con la Constitución, con las leyes, con la Policía Nacional y con la Guardia Civil.