Llega este Día de la Región a Guadalajara después de un fin de semana tremendo, con un accidente de tráfico terrible ocurrido en Toledo y un crimen machista en Guadalajara.
Pareciera como si el destino no dejara a sus héroes libres ni a su pueblo tranquilo. Esta mañana de mayo queremos celebrar en el Buero Vallejo que hace treinta y ocho años nos constituimos Cortes y, aunque haya muchas cosas que mejorar, las autonomías han servido para colocarnos en el centro que ya estábamos, pero con voz y voto. Hoy los de Vox acudirán a las puertas para manifestarse contra el sistema autonómico, aprovechando el altavoz institucional que precisamente da el día de la región. Allá ellos, Molona se ha cansado de Madrid y da una vuelta por Guadalajara. Empiezan a hacer campaña en el Corredor, aunque aquí no hablen de agua.
Lo importante de este día es que hemos llegado a él como regurgitados de la tormenta, después del espasmo, tras las últimas olas levantadas sobre la frente de quienes conducen el navío. La experiencia de la pandemia resulta extenuante para quien la vive con algún cargo de responsabilidad. Por supuesto, mucho peor es para quienes han pasado por ella y han dejado familiares en el camino. Pero la Mancha es tierra de luto y sabe llorar a sus muertos. Hoy lo hará en Guadalajara y como las viejas sacan su silla de enea, así se honrará a quienes volaron del mundo en plena pandemia.
Page llega a Guadalajara con la monodosis de Jansen. Le hizo reacción el jueves por la tarde y tuvo algo de febrícula. Lo dicho después del pinchazo, a más de uno le provocó urticaria. Emiliano hizo sin saberlo la vacuna del socialismo contra el desencanto, la desesperación y el falso arbitrio. El indulto trae por la calle de la amargura al Gobierno y a todo el partido. Los diez minutos de Page tras la vacuna son una rajada de monodosis que debieran enmarcarse con ribetes en según qué despachos. No hay quien sustente el argumento ni dure tres minutos. Sánchez dará el indulto porque le conviene, pero es cobarde. Podría hacer como Ayuso y convocar elecciones. Otra comparación en la que sale mal parado. El personal toma nota como Juncal y pasará factura. Dejad, dejad que se tiren por el barranco a tumba abierta y bocabajo.
La derecha yerra sobreactuando y Casado deberá decidir algún día qué quiere ser de mayor. Volver a Colón aunque fuera de paseo no se les ocurre ni a los de barranco, que volverán a salir de él. El regreso a la escena del crimen está muy bien para Raskolnikov, el personaje de Dostoievsky, pero no para quien aspira a presidir el Gobierno. La foto de Colón sobreimpresa mil veces con tampones del Ministerio de la Verdad sería el salvoconducto que necesita Indultator para seguir con sus mariachis veinte años más de nuestras vidas. Y eso es un sofoquito, hay que mirarlo bien.
Núñez pacta con Velázquez y deja la derecha regional tranquila, a la espera de lo que ocurra, lo que pase, lo que venga. Abrir en canal el partido a dos años de elecciones sería peligroso y eso lo ha entendido el de Almansa. Teodoro los ha invitado en Génova a una ronda de aceitunas y todos tan contentos. Al final, el secretario va a tener su aquel y es efectivo. Charly vuelve en son de paz y ambos comprenden que es mejor negociar que andar con primarias de resultado incierto. Como las que se abren en Sevilla y la Sultana. Va a ser la Reconquista inversa. Susana a lomos de Babieca vierte a Sánchez por el Cantábrico con el Falcon de ocasión. Memorias del Peugeot, el avión es el Galapagar de Pedro.
Guadalajara es ciudad castellana que abre hoy sus brazos a los penitentes de la Mancha, puerta de una provincia sensacional, de imperecederas sensaciones. Si hay que perderse, que sea por Molina, el Hayedo, Atienza... La región busca encontrarse de nuevo y los de cuarenta ya estamos en la fila de las vacunas. De todas formas, hay quienes no se curan ni aunque los vacunen en el culo.