Emiliano García-Page ha firmado en Puerto Rico un acuerdo con la empresa Toro Verde para que instale en Cuenca el mayor parque de aventuras de Europa. Se trata de un turismo natural, pensado para familias que quieran disfrutar del entorno descargando adrenalina, "pasando algo de miedo, pero sin que pase nada", como dijo el CEO de Toro Verde, Jorge Jorge. Serán tirolinas gigantes, paseos en bici por las nubes y otra serie de actividades acordes con el bellísimo patrimonio natural que atesora Cuenca, mecida entre las dos hoces, la del Júcar y el Huécar. Martínez Guijarro ha dicho que han hablado con un hotel de lujo en Costa Rica para que vaya también a Cuenca. Cuenca se lo lleva todo. Dicen los gurús que ahí está parte de las elecciones. La oposición, en cambio, critica el viaje y dice que se han ido una semana de vacaciones. Pudiera ser que hubiesen adaptado el calendario, pero lo cierto es que García-Page ya tiene su Toro Verde para la reelección.
El toro verde es el que no se somete ante Pedro Sánchez. Es un toro alto, largo, corniveleto y revirado. Tiene que tomar distancia con tiempo porque si no está vendido ante las ínfulas del torerillo. No se deja embarcar en la faena de Sánchez porque sabe que será carne de bienestar animal. Y así pasan las cosas. Emiliano se saca de la manga toros verdes, puys de fous y leyes do quieran reyes. Como buen toledano, se ha quedado con el misal mozárabe, pero no consigue que arda en el infierno el misal sanchista. Cómo será la cosa que hasta Tolón ha dicho que no apaga las luces. Todos contra Sánchez como todos contra el fuego.
El toro verde es un potro desbocado de inversiones que llegarán a Cuenca y la pondrán en órbita. Es el trabajo callado de mucho tiempo tras el que se adivina la mano de Patricia Franco. Y Emiliano lo sabe. Por eso buscará bajo las piedras más proyectos y empresas que inviertan en Castilla-La Mancha los próximos meses. Su gran baza en el once, cuando vino el tsunami de la derecha, fue la Abadía en Toledo. Fue el único alcalde socialista que repitió en capital de provincia. Allí se coronó como Recaredo y todos se convirtieron al pagismo. El Psoe lo eligió como líder tras el desastre de Barreda y llevó como Moisés al pueblo hacia la Tierra Prometida. Solo que vivió para verlo y hay quien piensa que quizá esté algo cansado. Necesita un chute de adrenalina y eso lo da la dificultad de la empresa. Repetir con mayoría absoluta hoy es dificilísimo, pero si hay alguien que puede conseguirlo es él. Tiene baraka y acertó siempre en sus decisiones cuando venían tiesas. Apostó por Rubalcaba frente a Chacón, ganó a Cospedal por los pelos y a Sánchez lo tiene de momento a raya.
El PP de Núñez intenta horadar su imagen proyectándolo hacia Sánchez como si fuera epígono de su figura. Sin embargo, Emiliano que nació en política, no desaprovecha día para desmarcarse. Ha sacado la ley de víctimas del terrorismo cuando Pedro se iba con Bildu. Habrá mucha gente a la que le cueste meter la papela socialista incluso en mayo. Por eso, no quieren ver a Sánchez aquí ni en pintura. Page conoce el camino porque lo vio con Bono cuando tenía veinte años. Como en la canción, tú tenías veinte años y yo no tenía edad. El toro verde pasa por el enfrentamiento directo, como cuando el Ave o el Cabriel. Emiliano, que es taurino, sabe que deberá cruzarse como nunca al otro pitón. Y que habrá faena. Fina, delicada y torerísima, que lo podrá llevar a la enfermería o directamente a la puerta grande. El toro verde de agosto romperá en mayo y será entonces cuando veamos si es capaz de enamorar a la luna o abandona por la noche la maná.