El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, presentó el sábado en Toledo su programa electoral ante un nutrido grupo de representantes diversos de la sociedad civil. El salón principal del hotel Eurostars Palacio de Buenavista se llenó hasta la bandera de distintos colectivos de la región con los que el PP ha ido trabajando durante la legislatura. Como presentador de Núñez y sus credenciales, Juanma Moreno, el presidente de Andalucía, que dejó su lío en Doñana para venir a Toledo y ofrecerle unas cálidas palabras a su compañero de partido. Después pasearon por Zocodover, el Casco Histórico y marcharon a Talavera. Huele a campaña en las tahonas de la política y se cuecen dossieres, estrategias y consignas que da gusto.
Núñez presentó 2.244 medidas para Castilla-La Mancha, muchas miradas una a una, o incluso de golpe si cogías el tocho que las contenía. Me acuerdo del número por el 22 y el 44, uno es binguero por antonomasia. La suerte para el 28 de mayo ni mucho menos está echada y, si en los últimos tiempos las campañas electorales mueven voto más del esperado, en esta no va a ser distinto. De ahí que el corrillo sea ahora lo que pueda salir en adelante o qué cosas cada uno tiene guardadas para su rival. Ha salido el asunto del kilometraje en El Mundo y le ha hecho flaco favor a Núñez. La hostia ya está dada, me comentó un veterano de guerra, aunque tampoco tiene mucho recorrido. Era la salsa de la mañana en los distintos corrillos que se formaron. Unos con mayor interés, otros con menos. El presidente del PP reaccionó bien el viernes por la mañana a la pregunta en cuestión de los compañeros de El Digital de Albacete. Se trata de un error, convino. Si es así, que lo explique y subsane. Son catorce mil euros en cuatro años y es el chocolate del loro, no tiene mucho sentido. Otra cosa, como dice el Psoe, que no sepa o se dé cuenta de lo que cobre en desplazamientos, mientras el personal andaba encerrado en sus casas durante la pandemia. El asunto recordaba a los viejos al arrancacepas de Molina. Desde luego, estas elecciones, si a algunas se parecen, son a las del noventa y cinco donde Bono ganó en el tiempo de descuento, cuando el felipismo pedía la hora del partido.
Ahora Page anda con más cuidado, yéndose a Bruselas cuando Sánchez viene a Toledo. La alcaldesa lo recibió con los brazos abiertos y, al día siguiente, ya me dijeron dos que había perdido su voto. No será para tanto, pues Milagros Tolón tiene perfil y carisma político propio frente al presidente del Gobierno. Pero, sin duda, es arriesgado salir con el pecado original de la mentira – que eso es Pedro Sánchez para una parte importante de los españoles- cogida de la mano. Dijo que había rehabilitado el Transparente de la Catedral de Toledo y todos pensamos en el maestro Tomé haciéndose cruces ante Pedro Sánchez. Pero sí, es cierto: el Gobierno de España ha financiado muchas obras en Toledo debido a la buena sintonía con la alcaldesa. Veremos por dónde salen los tiros luego.
Núñez ha llegado vivo y con posibilidades de ganar a la última parte de la carrera, lo cual es un mérito indudable. Page es mucho Page y un titán político de unas dimensiones colosales. Quien lo dé por amortizado, yerra. En realidad, nadie puede hacer un pronóstico claro y definitivo de lo que sucederá, pues la cuestión está entre el dieciséis o el diecisiete. Gana Page, pero no sabemos si con mayoría absoluta o no. Los restos son decisivos y pueden bajar o subir tres escaños de golpe en media hora de la noche electoral. Sí que hay, entre medias, algunas claves que no deben olvidar unos y otros. Y son las dinámicas y corrientes que se generan de manera más o menos espontáneas en las sociedades cuando se instalan según qué sensaciones. Núñez madruga por las mañanas y llama a su equipo a primera hora para repartir las tareas y mandar las obligaciones. Está enganchadísimo, no; lo siguiente. Creen que van a ganar. El otro día invitó una a una a los cientos de personas que acudieron al evento, incluidos muchos periodistas de la región. Page es más personal, incisivo y solitario en el momento último. Es un torero de antiguo, sabor añejo y decidido. Sabe lo que hay que hacer y cómo realizarlo, pues las ha visto de todos los colores. Se crece en los mítines, habla como en la calle y da palmadas y cachetes, que son la versión de los besos y abrazos en su propio universo. Es la campaña más apretada de los últimos tiempos. El leve roce de un suspiro agitará la mariposa demoscópica. La ensalada de encuestas este viaje requiere aliño fino.