Pedro Sánchez se ha ido al Mercadona del Congreso a poner la piña bocabajo en el partido. Ha querido chistar a tres o cuatro federaciones que no le han hecho mucho caso y ha tirado de manual. No de resistencia, que ese ya lo tiene vendido, sino de ligoteo en el súper. Se ha encargado de publicitarlo viralmente y ya tenemos otra vez el lío armado. Que si echo la piña de Sánchez, la lenteja de Page o el concierto catalán. De momento, los únicos que han echado algo en el carro han sido los aragoneses. Nobleza baturra obliga, han dicho que ya pueden chuflar los catalanes, que si no hay dinero para todos esto no pita ni tira. Los de Aragón era una zarzuela, pero la cosa parece que va de Gigantes y cabezudos. Y así tenemos a los socialistas perdidos de siete a ocho, buscando parche en las estanterías, a ver quién liga con quién.
Aquí en Castilla-La Mancha veremos si hay compra y lo que se echa finalmente al carro. Están seguro los que sólo sacan el tique al final para salir del parking en según qué dirección. Pero digo yo que si el PSOE de Aragón ha abierto el melón, algo tendrán que hacer los de Castilla-La Mancha. Ahora es cuando se va a poner la lupa de aumento para poder ver los granos a todos. Como los de Sánchez, que parece tan guapo, tan alto, tan listo y luego resulta que tiene la cara granulada de conciertos. Así se escribe la historia.
Habrá que ver si Pedro se atreve con Emiliano o lo deja tranquilo. Es el único que tiene mayoría absoluta por haber hecho justo lo contrario a él. Si los liderazgos regionales han de ser renovados, observaremos hasta dónde llega la depuración. Me recuerda aquella vieja frase comunista que decía "la autocrítica, compañero, ya te la hace el partido, o nosotros que somos lo mismo". Hay quien dice que Isabel Rodríguez o Milagros Tolón podrían dar un paso al frente, pero Page es mucho Page y la mayoría que tiene ahora mismo en la región la sostiene él personalmente con su carácter y carisma. Otra cosa es que Sánchez siga haciendo de su capa un sayo y le dé lo mismo una gorra que un sombrero. Entonces sí, ahí sí. El terreno político se le achicaría cada vez más al presidente de Castilla-La Mancha y sería la gran oportunidad de la derecha. El PP debería subrayar la incongruencia de decir una cosa y no ponerle remedio. Porque, no se le olvide a nadie, el votante de esta tierra es eminentemente práctico. Y decidirá en función de lo útil que puedan ser unos u otros. Si los socialistas se enredan en sus ínfulas y se pisan los cordones, ni Page aguanta el vendaval.
Por eso lo mejor es coger el carro de la compra y relajarse en el híper poniendo la piña bocabajo. Ya llegará alguien que entre al trapo o se haga un selfie contigo para subirlo al Instagram. El caso es el postureo y la filigrana. De feria en feria, hemos llegado a septiembre sin notarlo. En realidad, Sánchez quiere una piña colada sin un gajo, una espuma, ningún grumo. Y luego que se lo beban todos los socialistas sin chistar. Vamos a ver ahora de verdad quiénes son los de izquierdas. Porque a Illa le llevan la compra a casa y al resto sólo nos da para la caja rápida.