Acabamos de comenzar 2019, un año extremadamente importante para España pero también para el conjunto de los países de la Unión Europea pues el próximo 26 de mayo elegiremos a los representantes en el Parlamento Europeo para los próximos 5 años. Una cita electoral muy importante, no hay que olvidar que es la Unión Europea quien escucha las peticiones de los ciudadanos de los diferentes países que lo conforman.
Es de justicia reconocer que la Unión Europea ha supuesto un gran avance para nuestro país y para los países de nuestro entorno comunitario en materia de Igualdad de Oportunidades, pues fue la entonces denominada Comunidad Europea quien introdujo por primera vez en 1957 el principio de igualdad entre mujeres y hombres. Lo hizo a través del artículo 141 del Tratado de Roma donde se exigía que los hombres y mujeres cobraran igual sueldo por el mismo trabajo.
Han pasado más de 60 años desde entonces y los datos nos dicen que aun hoy siguen existiendo desigualdades y brechas de género en el entorno laboral. Según la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), actualmente las mujeres en Europa cobran un 16% menos que los hombres, unas diferencias que se acentúan especialmente en la edad de jubilación pues las mujeres perciben de media un 37% menos en concepto de pensión que los varones.
Una brecha de género muy patente pues por cada euro que gana un hombre por una hora de trabajo, cada mujer gana solo 84 céntimos, y mientras los hombres jubilados cobran de media 1.240,41 euros, mientras que las mujeres obtienen 791 euros al mes.
En noviembre de 2008 el Parlamento Europeo decidió instaurar el 22 de febrero como el Día Europeo de la Igualdad Salarial entre Mujeres y Hombres, para llamar la atención ante las grandes desigualdades de género existentes en nuestro continente.
Lo hicieron con altura de miras y siendo conscientes de que la igualdad entre mujeres y hombres debe ser el componente central para garantizar el bienestar social, económico y político de todos los países que conforman la Unión Europea.
Por tanto, si queremos construir una Unión Europea próspera, sostenible y en paz, tenemos que ser conscientes de que el trabajo de mujeres y hombres tiene el mismo valor y tiene que ser recompensado y reconocido en la misma medida.
Este fin de semana estaré en Praga, participando en el Comité Ejecutivo de la Unión Europea de Mayores del Partido Popular Europeo. Una oportunidad para reunirnos y poner en común las necesidades y preocupaciones de los mayores en Europa, entre ellos también la de los españoles. Con el objetivo de analizar lo acontecido en los últimos años, pero sobre todo mirando hacia el futuro. Un futuro cuyos cimientos tienen que estar basados en una Europa donde la igualdad de oportunidades sea real y efectiva.
La igualdad salarial es sinónimo de creación de empleo, de creación de empleo y de asegurar unas pensiones dignas para las personas mayores que tanto han trabajado por las familias y por nuestra sociedad.
Estoy segura de que con el compromiso de todos: administraciones y sociedad en su conjunto, acabaremos con la brecha salarial y superamos los principales retos a los que se enfrenta Europa. Pues como dijo Robert Schuman: “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto, se hará gracias a realizaciones concretas que creen en primer lugar una solidaridad de hecho”.
Carmen Quintanilla Barba. Diputada nacional del PP por la provincia de Ciudad Real. Parlamentaria permanente y de honor del Consejo de Europa