El día 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud y este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido el lema “Salud universal, para todos y todas, en todas partes”. En 2019 se celebra el 40 aniversario de la Declaración de Alma-Ata, que confirmó el derecho de todos, en todas partes, a tener acceso a la atención de salud que necesitan.
Según la OMS, la salud se define como el estado completo de bienestar físico, mental y social de la persona, no sólo la ausencia de enfermedad biológica, como se tenía entendido antiguamente. La salud es un derecho humano fundamental y debemos comprometernos en trabajar por garantizarlo y darle prioridad en la agenda del desarrollo sostenible.
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla–La Mancha (COFICAM) aprovecha la efeméride para recordar, como así lo dice el código deontológico del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas en su preámbulo, la necesidad de la fisioterapia universal, cuyo principal objetivo es promover, mantener, restablecer y aumentar el nivel de salud de todos los ciudadanos a fin de mejorar la calidad de vida de la persona y facilitar su reinserción social plena.
Son inherentes a la fisioterapia el respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos culturales, el derecho a la vida y a la libre elección, a la dignidad y a ser tratado con respeto. En la atención fisioterapéutica hay respeto y no hay restricciones en cuanto a consideraciones de edad, color, credo, cultura, discapacidad o enfermedad, género, orientación sexual, nacionalidad, opiniones políticas, raza o condición social.
Los fisioterapeutas, como profesionales sanitarios, y según recoge la OMS, pueden y deben discutir políticas intersectoriales para asegurar la disponibilidad, accesibilidad, pertinencia y competencia de los recursos humanos ara la salud universal, y pueden también discutir las necesidades de los equipos de trabajo interprofesionales, preparados y motivados, que son esenciales para responder a las necesidades de salud de las personas, donde sea que vivan.
Esto es sólo una pequeña parte del trabajo que tienen que realizar los diferentes actores (defensores y promotores de la salud, responsables, organizaciones) para pedir sistemas de salud más fuertes y equitativos que tiendan a cubrir a toda la población y mantener la salud universal como un tema prioritario en la conciencia global.
Salud universal significa que todas las personas tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios de salud integrales de calidad, cuándo y dónde los necesitan, sin enfrentarlas a dificultades financieras. Requiere la definición e implementación de políticas y acciones con un enfoque multisectorial para abordar los determinantes sociales de la salud y fomentar el compromiso de toda la sociedad para promover la salud y bienestar.
Este Día Mundial de la Salud es un acto intermedio entre la “Conferencia Mundial de Atención Primaria de Salud” que se celebró el año pasado en Astaná y la “Reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la cobertura universal de salud”, en septiembre de este año en Nueva York. Ambos eventos representan una gran oportunidad para reiterar nuestro compromiso con la salud para todas las personas, enfocándonos en el papel fundamental de la atención primaria de salud en el camino hacia la salud universal. Es un enfoque estratégico para crear sistemas de salud equitativos, sostenibles y centrados en las personas, las familias y las comunidades.
Es necesario trabajar y luchar por conseguir una salud universal, que todas las personas y comunidades reciban los servicios de salud esenciales que necesitan sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos. Un mundo donde nadie se quede atrás, donde todos y todas en todas partes tengan la oportunidad de alcanzar la salud y el bienestar necesarios para llevar una vida digna y productiva.
Isidro Granero Casas es vocal del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) en Cuenca