Apenas han transcurrido unos días desde que constituimos la nueva Corporación Municipal cuando, acompañada por las concejalas y concejales del Ayuntamiento de Toledo participo, un año más, en la procesión del Corpus Christi. Con toda solemnidad celebramos hoy nuestra gran fiesta. Ser parte de ella, representando a los vecinos de la capital, es un orgullo muy grande. Para mí, como para la mayoría de toledanos, este jueves es un día especial.
El Corpus Christi es una de las credenciales más reconocida que la ciudad de Toledo tiene. Cada comunidad o colectivo refleja su idiosincrasia en sus fiestas. De manera especial en aquellas de mayor arraigo popular. La que hoy celebramos es una síntesis perfecta nuestros valores, tradiciones, símbolos, creencias y sentimientos cívicos, religiosos, festivos y culturales. Cada uno vive el Corpus de un modo íntimo y diferente, pero hay sentimientos comunes que contribuyen a que durante unas horas, todos los toledanos nos sintamos uno, convencidos de que estamos participando en una celebración única, cuyos orígenes se remontan siglos atrás y es admirada en todo el mundo.
En torno al Corpus Christi los toledanos aunamos esfuerzos y voluntades. Quienes en estos días visitan Toledo y descubren por primera vez la gran transformación que durante semanas vive la ciudad, quedan impresionados. Es tanta la belleza acumulada en nuestras calles que es imposible no dejarse embargar por la emoción. Un sentimiento que a todos nos sobrecoge cuando la impresionante Custodia de Arfe atraviesa la Puerta Llana de la Catedral Primada para recorrer, majestuosa, su inigualable recorrido procesional.
Como decía, cada toledano vive el Corpus de una manera diferente. En el discurrir de la vida, nosotros también variamos esas sensaciones. Es lógico que en una representación ciudadana tan amplia, como la que ese día acompaña al Señor, en las calles toledanas se concentren sensibilidades y emociones distintas.
Sensibilidades y emociones a flor de piel en los niños y niñas que acaban de recibir su primera comunión, en los grupos parroquiales, en los Capítulos, Hermandades y Cofradías, en el clero secular y Cabildo Primado, en los representantes de las entidades civiles y académicas, en los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que escoltan a la Custodia o cubren su paso, en los miles de personas que, pacientes e ilusionados, esperan el paso de la Custodia y la honran echándole pétalos de rosa. Es imposible que nadie, sean cuales sean sus sentimientos religiosos, no se sienta partícipe de esta exaltación colectiva.
Esos valores que en estos días ensalzamos, y que son tan nuestros, forman parte de un patrimonio inmaterial que nos diferencia frente a otras ciudades y nos dan fuerza para seguir trabajando para un futuro con mayor prosperidad y más oportunidades de progreso e igualdad entre todos los toledanos y toledanas. Así es que hoy jueves, 20 de junio de 2019, entusiasmados, fervorosos, alegres y plenos de felicidad vivamos juntos aquello que tantas veces oímos decir a nuestros mayores, que en el día del Corpus, después de Roma, Toledo.
Milagros Tolón Jaime es alcaldesa de Toledo