La deuda pública de Castilla-La Mancha no ha parado de crecer en las dos últimas legislaturas. Actualmente, la deuda alcanza 14.763 millones de euros, lo que representa un 35% del PIB (2ª Comunidad Autónoma con la deuda más alta con respecto al PIB) y 7.253 euros de deuda per cápita (4ª Comunidad Autónoma con la deuda per cápita más alta). Cada castellano-manchego debería trabajar más de 120 días para pagar la deuda generada por los Gobiernos del PP y del PSOE.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha afirmado que existe “un riesgo muy alto para la sostenibilidad financiera de Castilla-La Mancha, siendo sus principales determinantes el elevado nivel de deuda y las condiciones económicas generales” y el año pasado recomendó al Gobierno regional que “adoptara medidas concretas de control de gasto”, a lo que el Gobierno hizo caso omiso, según la AIReF (Informe 42/2019).
La deuda pública de la Junta de Comunidades lastra nuestro desarrollo económico como región y pone en peligro la prestación de los servicios públicos básicos de la clase media y trabajadora castellano-manchega.
La refinanciación de la deuda generada por el PP y el PSOE representa 1.914 millones de euros anuales, lo que equivale a los fondos para la Educación infantil, primaria y secundaria, la FP y la atención social a personas con discapacidad, de la tercera edad y en riesgo de exclusión social (1.905 millones de euros, según el presupuesto vigente).
Esta situación requiere de medidas que reestructuren el gasto para hacerlo más eficiente sin afectar a los servicios públicos básicos, auditando el gasto y aplicando el realismo a las previsiones de ingresos.
Por eso Ciudadanos, como oposición responsable, llevó al Pleno de las Cortes del pasado 26 de septiembre un debate general sobre la deuda pública. No se trata del dinero que se debe, y cada vez se debe más, se trata de los servicios sociales que podríamos costear si no debiéramos ese dinero.
Y por eso Ciudadanos, como oposición constructiva, no se ha quedado en la crítica, sino que propusimos al Gobierno regional que para la elaboración del Presupuesto 2020 utilice la técnica del Presupuesto Base Cero (PBC), haciendo más eficiente el gasto y más realista la previsión de ingresos, y así poder ir reduciendo la deuda pública para no poner en peligro la sostenibilidad de nuestros servicios sociales ni la calidad de vida de la clase media y trabajadora.
El PBC implica una revisión anual de las partidas presupuestarias incluidas en los distintos programas y exige el análisis de alternativas que, con un coste menor, permitan el desarrollo de dicho programas atendiendo a objetivos, otorgándoles mayor eficiencia.
El Gobierno regional parte de las cuantías presupuestadas en el ejercicio anterior, sin obligarse a analizar la necesidad o no de mantener ciertas partidas y sin que se produzca una planificación estratégica a medio/largo plazo. Ello provoca que las partidas del presupuesto aumenten por simple inercia burocrática.
Sin embargo, con el PBC, el Gobierno se tendría que olvidar de anteriores ejercicios y partir de un escenario más realista de ingresos, distribuyendo los gastos en función del mismo y sin poder incurrir en números rojos.
En 2015 el Consejero de Hacienda anunció la utilización del PBC debido a, entre otros factores, la elevada deuda pública de aquel momento (13.426 millones de euros). Hoy, la deuda pública de la Junta de Comunidades es 1.337 millones de euros más alta de lo que lo era en 2015 y, por ello, si era necesario el PBC en 2015 lo es aún más necesario para 2020.
El PBC es utilizado habitualmente en Estados Unidos, Reino Unido, Singapur o Nueva Zelanda, y en España también ha sido utilizado, pues siguiendo las recomendaciones de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas, el Gobierno lo utilizó para elaborar los Presupuestos Generales del Estado de 2014.
Y lo más importante, el PBC lo utilizan a diario las PYMES, los autónomos y las familias castellano-manchegas, que no se pueden permitir números rojos. Desde Ciudadanos no hemos hecho más que exigir al Gobierno regional, al menos, la misma responsabilidad con el dinero de todos que las PYMES, autónomos y familias tiene con su propio dinero.
A pesar de ello, PSOE y PP se pusieron de acuerdo para votar en contra de la propuesta de Ciudadanos de aplicar el PBC al Presupuesto 2020. Suya será la responsabilidad de que la deuda pública nos siga lastrando a todos.
A Castilla-La Mancha le hacía falta Ciudadanos, porque si nosotros no hubiéramos llevado este asunto a las Cortes, no lo habría llevado nadie, porque tanto PP como PSOE tienen demasiados muertos en el armario en este asunto como para querer hablar de ello.
David Muñoz Zapata.Diputado de Cs en las Cortes de Castilla-La Mancha y Secretario Autonómico de Programas y Áreas Sectoriales