El porcentaje de jóvenes menores de 25 años que estaban dispuestos a votar en las elecciones de abril era del 49,5 %. Más de la mitad de los jóvenes estaba dispuesta a no acercarse al colegio electoral y dejar que otros grupos de edad decidiesen cuál iba a ser el resultado. El caso más relevante de las consecuencias que tiene el abstencionismo juvenil es el referéndum del Brexit. Aquel día en el que el Reino Unido dio luz verde a su salida de la UE, la mayoría de los jóvenes británicos decidieron quedarse en casa. Aunque un 75 % apostaba por la permanencia en la UE, el 64 % no votó; mientras que los mayores de 45 años -partidarios del leave- acudieron masivamente. Más de la mitad de los jóvenes británicos decidió quedarse en casa el día que se tomaba tal decisión, y ahora serán ellos quienes más sufran las consecuencias. Europa es futuro; y gran parte de los jóvenes británicos han visto su futuro recortado por el simple hecho de hacer otros planes aquel 23 de junio de 2016.
Otro factor clave acerca del voto joven es su preferencia. Desde el surgimiento de los partidos de la nueva política, los jóvenes escogieron esta como su opción preferencial, posiblemente engañados por la premisa de que todo lo nuevo es mejor, además de creer que los partidos de la vieja política no pueden ofrecerles nada nuevo. La nueva política tiene más de vieja que la vieja política. El ejemplo más relevante es el de Ciudadanos. Albert Rivera lleva más tiempo en política que muchos de los actuales dirigentes del PP. Mientras que Rivera lleva siendo Presidente de Ciudadanos desde el año 2006, Pablo Casado tan solo lo es del PP desde el pasado año. Sin embargo, Rivera es nueva política y Casado vieja.
C’s lleva más de un año yendo a matacaballo detrás de las propuestas del PP. No tienen propuestas nuevas, son todas plagiadas -como la tesis de Pedro Sánchez. La diferencia entre C’s y el PP es que el PP ha gobernado y ha gestionado; mientras que C’s a penas a gobernado nada. En esto último puede que esté la clave de esta nueva política; mientras que el PP ha gobernado, ni VOX ni C’s han conseguido gobernar prácticamente nada. No es que el PP sea más viejo o esté anticuado; sino que es un partido que ha gobernado y gestionado, lo que implica que haya podido cometer errores. Cuando Abascal o Rivera invocan los errores del PP para pedir el voto se ríen de nosotros porque nunca han gestionado ni su comunidad de vecinos. En últimas elecciones municipales, el PP obtuvo 20.325 concejales y C’s y VOX tan solo obtuvieron 2.788 y 530, respectivamente. El PP es el partido de gobierno del centro derecha.
El PP es un valor seguro. Solo hay que observar los datos para darse cuenta de que la economía funciona cuando el PP gobierna. Con echar un simple vistazo a la gestión de los populares en comunidades como Madrid, esto se comprueba. Muchos indicadores económicos indican la llegada de una recesión y, mientras que Sánchez dedica su tiempo a sacar a Franco del Valle de los Caídos y a llevar al país a una repetición electoral, Casado presenta para estas elecciones un programa económico basado en la bajada de impuestos y la creación de empleo. Mientras que unos prometen a lo loco en campaña electoral, el PP plantea un programa económico fiable y veraz.
Pero el PP no es solo gestión económica, sino que es un garante de la unidad de nuestro país. Fueron José María Aznar y Mariano Rajoy quienes pararon el Plan Ibarretxe y el golpe del 1-O. Algunos pueden gritar muy fuerte la palabra “España”, pero el PP es el partido que siempre ha luchado por la unidad de España, plantando cara a ETA y frenando los planes secesionistas. Al proyecto de Sánchez para Cataluña -dejar arder Barcelona durante ocho días seguidos- solo hay una alternativa: el proyecto en positivo para Cataluña que tiene el PP.
Un ejemplo muy claro de lo que es la gestión socialista -apoyada por Ciudadanos- es la Castilla-La Mancha de García-Page, una Castilla-La Mancha de la que los jóvenes y las familias huyen debido a la falta de oportunidades y al infierno fiscal. Este modelo de Castilla-La Mancha es opuesto al que plantea Paco Núñez, que reclama una bajada de impuestos para CLM como las que se han llevado a cabo en Madrid y Andalucía. Mientras que Page no ha sido capaz de alzar la voz frente a la nefasta gestión de la crisis catalana, Núñez asistió el 27 de octubre a la manifestación organizada por SCC, dando su apoyo al constitucionalismo catalán.
Por lo tanto, hago un llamamiento a los jóvenes para que acudan a las urnas el 10N. Suenan tambores de recesión económica, que afectará sobre todo a los jóvenes. No podemos hacer como los británicos que han puesto en juego su futuro por no acudir a las urnas. En estas elecciones elegiremos entre el modelo de Pedro Sánchez y el modelo del Partido Popular. El 10 de noviembre el voto de los jóvenes de centro derecha debe unirse entorno al PP. Es más lo que nos une que lo que nos separa.
Jaime Cervantes es delegado de Juventud de Nuevas Generacions de Castilla-La Mancha