Cuenta la leyenda que, cuando los Beatles desembarcaron en Estados Unidos en 1964, un periodista le preguntó a John Lennon si creía que Ringo Starr era el mejor batería del mundo. Lennon lo miró, se sonrió y contestó: '¿Del mundo? Ringo ni siquiera es el mejor batería de The Beatles'.
El ministro José Luis Ábalos tiene siempre un aire de sobrao que le da una lámina de antipatía a su imagen de hombre público. Es el talante de la superioridad. Ábalos sale a los medios y arrasa con su tosquedad: yo ministro, tú plumilla, ¿cómo voy a ser amable? Brusco en la palabra, poco refinado en los modales, áspero en general. Mar adentro será un tipo encantador, pero el perfil político es chusquero. Doy por hecho que, como dice todo el mundo, está en el núcleo duro de los mejores ministros del Gobierno de Pedro Sánchez, sino el mejor, aunque ese mérito, a la par que verosímil, tal vez sea también un hecho profundamente relativo en este caso. Ringo Starr fue casi con toda probabilidad el mejor batería de los Beatles, pero incluso el propio John Lennon parece que llegó a poner en solfa esa hipotética cumbre, así que lo de Ábalos a mí a ratos me parece igualmente un espejismo.
El caso es que el ministro Ábalos, en su afán de verdad y de ser bien explicado, ha dicho que el Gobierno “efectivamente no va de un modo exagerado por delante” en la gestión de esta histórica y desoladora crisis del coronavirus, y ese hallazgo lexicográfico me parece un prodigio de exactitud y veracidad en tan pocas palabras y para tratarse de un político. Incluso un político tan enfadado. Si le quita el ministro a la frase el “de un modo exagerado” también le hubiera quedado a Ábalos un templo de la precisión lingüística y la expresión justa de las ideas. El mejor ministro no hace falta que lo jure: este Gobierno ha regresado a la verdad. No va por delante de la crisis de ningún modo, sencillamente va muy por detrás e improvisando, y tristemente esa es una de las causas de la terrible circunstancia en la que anda metida España de forma tan dramática y demoledora. No la única, evidentemente, pero sí una importante de verdad.
Así que yo, al contrario que Lennon con Ringo, sí le voy a conceder a Ábalos, a la vista de esta gran sinceridad, la medalla de su maestría y liderazgo en el Consejo de Ministros. Con esa verdad incontestable el ministro de Transportes ha ganado mucha cotización en el ranking de los actuales ministros de la cosa y tiene todo mi respeto y consideración. Una cartera bien ganada: ya es Top. ¿El mejor batería de los Beatles? Por supuesto.