Luis Pablo ha muerto y no nos hemos podido despedir.
Qué pena, en estos días interminables de malas noticias, uno siente que la de hoy, aunque esperada, es especialmente triste.
Tuve la suerte de trabajar con Luis Pablo en mi breve etapa en la política. En ese ámbito, donde la lealtad no se trabaja especialmente, fue una virtud que Luis Pablo sí la ejerció plenamente.
Teníamos ideas diferentes en algunos aspectos de la vida, pero eso no impidió que trabajáramos juntos con sinceridad y verdadera amistad en lo que era nuestra competencia.
El amor de ambos por nuestra ciudad y por la cultura hizo que nuestro aprecio mutuo creciera día a día en ese periodo. Era un hombre bueno, bonachón diría yo, sincero, del que podías fiarte, porque aquello que planteábamos se hacía sin desviarse ni un ápice de lo pactado entre los dos. El ánimo con el que trabajaban los funcionarios de nuestra área era excepcional y Luis Pablo era buen ejemplo de ello.
No siempre, cuando por primera vez llegas a desarrollar una labor en una parcela diferente, te encuentras a alguien que se pone enteramente a tu disposición, con absoluta entrega y espíritu de colaboración sin límites.
La perspectiva de los años te hace apreciar los detalles con más profundidad, mi vida profesional me llevó por distintos derroteros y por ello puedo valorar lo que Luis Pablo representó para mí en ese periodo.
Pierde Toledo a una persona singular, excepcional, artista, trabajador, responsable, familiar, presto siempre al consejo, a la ayuda a los demás, con inquietudes y siempre buscando la excelencia. Cáustico cuando había que serlo y sabiendo “quitar hierro” cuando la situación lo hacía necesario.
Aportó mucho a la Cultura de Toledo y muchos le tenemos que agradecer el apoyo que siempre encontramos en él.
Para los que creemos, sé que estarás en un estudio de pintura, desarrollando tu creatividad y velando de manera muy especial por Estrella, tus hijos y tus nietos.
Acuérdate también, aunque sea un poco, de todos nosotros.
Por mi parte, muchas gracias Luis Pablo por todo lo que me diste, por tu apoyo, tu comprensión, por tu ánimo, pero sobre todo por tu amistad leal y fiel.
Fernando Cirujano. Exconcejal de Cultura del ayuntamiento de Toledo