La política nunca para, es una noria que gira y gira y gira, y la gente está continuamente a la espera viendo cómo se mueven los partidos, sobre todo los militantes que aspiran a cuotas de poder. Este, entre otros, es el caso del PSOE, que de cara a su Congreso Federal y a los congresos que después vendrán empieza a moverse, aunque falta tiempo, pero la inquietud y el intentar posicionarse lo mejor posible, puede ser un aval para la elección.
Se empieza a ver, sobre todo en Andalucía, como Susana Díaz quiere presentarse a las primarias que se deberán convocar, y como hace unos meses aparecieron unas declaraciones del diputado Felipe Sicilia, en las que según algunos medios se proponía, insinuaba, o le gustaría ser candidato. Tal vez sea pronto para posicionarse, pero a lo mejor es acertado hacerlo con bastante antelación, eso es difícil de valorar, pero es bueno que se presenten candidatos/as porque eso significa que el partido está vivo y hay gente que está dispuesta a tirar para adelante.
Las primarias son un método, a mi juicio interesante y eficaz en la política, porque crea un revulsivo de trabajo en los partidos, y a la vez, ese mismo revulsivo se despierta en la ciudadanía que se puede ver mas identificada con la política, y si me apuran, seguro que los ciudadanos se verían mucho más identificados si aquellos simpatizantes que quisieran intervenir en el proceso pudieran hacerlo, siempre dentro de unos parámetros establecidos, así tendríamos una muestra más amplia y significativa de la sociedad.
No soy partidario del acuerdo para un candidato de consenso, y lo digo porque esa manera de actuar puede ser vista por militantes y los ciudadanos como una forma de pasteleo, y que en el fondo no despierta entusiasmo alguno ni en la militancia de los partidos, ni en los ciudadanos y nos aboca a una desidia de la política. Los ciudadanos quieren que haya confrontación sana, que haya candidatos/as que expliquen como van hacer política, es decir, como se va a llevar a cabo el programa del partido, como se desenvuelven, en definitiva, valoran la puesta en escena de los protagonistas.
Los partidos tienen que tender a renovarse, no puede estar la gente en política de forma indefinida, y en este caso, en el PSOE se necesita renovación, renovación y renovación, y por tanto, empezando por Andalucía sería interesante que esa renovación se produjera, y se hiciera desde luego a través de las primarias, en la que, por su puesto, si Susana Díaz decide presentarse es su idea, su derecho y nada que objetar, pero yo soy unos de los que querría que tuviera en frente rivales que fueran capaces de ganarla, y no soy de los que me callo, pues en Andalucía, al igual que en otras comunidades autónomas hay compañeros y compañeras con la capacidad suficiente como para llevar adelante como presidentes o presidentas sus comunidades, y también en la comunidad andaluza, y para la comunidad andaluza se pueden poner algunos ejemplos: Felipe Sicilia, Gómez de Celis, Carmen Calvo, María Jesús Montero… y me quedo corto, pues Andalucía es cuna de buenos y grandes socialistas.
El PSOE de Andalucía, necesita un revulsivo que pueda hacer que se vuelva a gobernar, alguien que tenga detrás la maquinaria del partido bien engrasada y a punto, que no descanse ni un minuto en poner todo su interés en buscar las mejores soluciones para el pueblo andaluz, un pueblo que lo necesita mucho y que está viendo como no se cumplen sus expectativas con el cambio de gobierno que tuvo en las anteriores elecciones.
Cuando perdió las elecciones Susana Díaz ya dije que debería haber dimitido para facilitar un cambio de rumbo e intentar preparar al partido para ganar las próximas elecciones, me hubiese parecido un acto de generosidad por parte de Susana, como ahora ha hecho Iceta con Illa, y es que hay que reconocer cuando ya no existe esa afinidad entre la persona candidata y el electorado como así lo ha hecho el gran compañero Iceta, y si no existe ese feeling, lo mejor es dar paso a quien pueda tenerlo. Eso no quiere decir que tu labor no pueda ser válida en otra parte, y si no es así pues a casa, a tu trabajo, si lo tienes, y si no a buscarlo que es lo que está haciendo la mayoría de los comunes de este país. La política no debe de ser una profesión de por vida, es bueno que la persona trabaje en otros ámbitos para que así se pueda realizar ampliamente.
He hablado de Andalucía, pero la misma tónica de renovación debe producirse en otros lugares y en otras federaciones, para ello, seguro que se tendrán que tener en cuenta otras cuestiones, que vendrán dadas por como se encuentre la federación correspondiente en cuanto a gobernar, estar en la oposición, etc., aunque tener el gobierno no sea la panacea para no renovar.
Cuando utilizo la palabra renovar, no me refiero que a la gente se la renueve por la edad, se la renueve porque ya puede empezar a tener cierto cansancio en el puesto, porque es tanto el tiempo que lleva que se agoten las ideas y por múltiples razones, esa es la clave, no la edad.
No quiero terminar este artículo sin hacer mención y denunciar lo que está pasando con las vacunas de la COVID19 y quienes las están recibiendo sin que sea su turno, y a la vez poner en valor las palabras del alcalde de La Roda (Albacete) que tiene ELA cuando dice “no todos los políticos somos iguales” y que se vacunará cuando le toque. Todos los partidos sin excepción, si de verdad quieren ser creíbles ante la opinión pública, tienen que hacer uso de los medios a su alcance para cortar esto de raíz, ya que el asunto es de una inmoralidad que no tiene cabida en una sociedad democrática y madura como la española.