Un matrimonio excepcional. Ella, tan fuerte como curtida en experiencias, cuidaba de su marido hacía años, desde el mismo momento en que una repentina parálisis afectó una parte de su cuerpo que, desde aquel día, no volvió a responder.
Recordaba que, antes de aquel fatídico día, competían en andar rápido, mostrando la agilidad que aún mantenían. Ahora, ella, justificaba su gran energía por atender a quien durante tantas décadas le entregaba tanto. Tenían cuatro hijos de los que hablaban con orgullo tal que parecieran las personas más importantes del mundo. Para ellos lo eran. Pero no querían marcharse con ellos.
En su pueblo, con su gente, con todo lo que habían construido desde bien jóvenes, era donde siempre habían sido felices. La energía de ella no era ilimitada, a pesar de querer multiplicarse, contando para ello con el refuerzo de la Auxiliar de Ayuda a Domicilio. Conseguían hacer posible que ese “corpachón”, tan grande como su bondad, pudiera ponerse en funcionamiento tal como para elevar su atención al nivel de excelente. Para ella y para él, su Auxiliar de Ayuda a Domicilio era esencial, absolutamente imprescindible para que pudieran permanecer, exactamente, en donde querían estar. En su hogar.
Esta historia real, de mis años como Trabajador Social en una agrupación de municipios, lo que los profesionales llamamos como Zonas PRAS, es solamente un ejemplo de los miles que podrán relatar mis compañeros que, cada día, trabajan de forma incansable en gestionar un servicio que, máxime en éstos meses, han sido la única atención real que han recibido aquellos que tanto cuidado necesitan.
En los peores momentos de la crisis sanitaria, preocupantemente muy similares a los que actualmente vivimos, el Servicio de Ayuda a Domicilio en Castilla-La Mancha se ha mantenido vivo, a pesar de ausencia de instrucciones, protocolos y materiales de protección. De la ausencia de un Gobierno Regional y una Consejería de Bienestar Social preocupada en hacer ver que no eran personal propio y que tenían que ser los Ayuntamientos los que lidiaran con la situación. Los municipios, de todo signo político, así lo hicieron. Tomaron decisiones que intentaron conciliar la atención preferente y urgente con la necesaria protección de las Auxiliares, tragándose o escondiendo sus miedos en aras de impedir la desprotección de personas en su inmensa mayoría dependientes. Son profesionales esenciales.
El Partido Popular de Castilla-La Mancha, bajo el liderazgo de nuestro presidente, Paco Núñez, ha iniciado una campaña de justa exigencia hacia el Gobierno Regional para que el proceso de vacunación considere absolutamente prioritario toda la estructura sujeta al Servicio de Ayuda a Domicilio. Profesionales y personas que reciben el servicio, en su inmensa mayoría dependientes, al igual que los cuidadores principales dentro del entorno familiar debieran vacunarse con inmediatez, en aras de procurar la mejor protección para seguir desarrollándolo con las máximas garantías.
Las trabajadoras del servicio cumplen estrictamente con todos los protocolos de prevención, pero van de domicilio en domicilio, con los riesgos que ello conlleva. Las consideraciones que el Sistema Nacional de Salud establece con ellas, incluyéndolas en el último nivel de priorización dentro de su estrategia de vacunación, son insuficientes e injustas. Este sistema no las puede relegar, nuevamente, al espacio residual en que este Gobierno Regional siempre las ha situado, sin sentirse amparadas por quien tiene la competencia exclusiva en materia de Servicios Sociales.
Recuerdo la reflexión de quien tiene la compleja misión de gestionar una Vivienda de Mayores, otra de las grandes olvidadas. Me confesaba que, ante su absoluta soledad, había habilitado protocolos propios en los que, ante cualquier riesgo, protegía a sus trabajadoras y residentes preventivamente, sin ningún test ni bajas médicas. Otra vez más, el dejarlo en manos de los Ayuntamientos, eliminaba cualquier responsabilidad de la Junta. Se sentían absolutamente abandonados. Ellos son también profesionales esenciales.
Lamentablemente, el actual Gobierno Regional, liderado por el cada día más desafortunado Emiliano García-Page, se asemeja hoy día a un Centro de Estudios que se mueve según la tendencia que, políticamente, más le beneficia. A un CIS como el de Tezanos, movilizándose solamente de forma partidista, en vez poner en funcionamiento una Administración Pública que tiene su razón de ser en ofrecer las oportunidades necesarias a las personas y familias más vulnerables. Revivir el pasado es, con éste Gobierno, anticipar el futuro. Recordar el enorme esfuerzo de las Corporaciones Locales, sobrepasando sus propias capacidades, es un ejercicio de tanta justicia como la necesidad de hacer visible, ante toda lo sociedad, que lo vivido no puede volver a repetirse.
Han pasado ya unos años de aquella experiencia. Es un homenaje a un amor mutuo totalmente inspirador. Ojalá que sigan manteniendo la misma rutina de atención y cuidado que, sin lugar a dudas, les seguía manteniendo, de alguna forma, dueños de su autonomía y de la decisión de permanecer en su domicilio, en su entorno. La mayoría de mis compañeros, pertenecientes a los Equipos de Servicios Sociales de Atención Primaria, habrán visto en la historia, similitudes milimétricas con los miles de casos que cada día trabajan, multiplicándose para dar cobertura a unas necesidades que van incrementándose de forma exponencial. Ellos también son profesionales absolutamente esenciales.
José A. Martín-Buro Mañas.Secretario Regional y Provincial Bienestar Social PP Castilla-La Mancha y Cuenca